Capítulo 03: Daniel.

2578 Words
Volvió a la normalidad y fue entonces cuando su papá dijo: —Bueno como esto no puede continuar y me la he pasado investigando sobre la diosa Amunet, pero realmente es muy poco lo que se sabe de ella, es como si no hubiera existido o solamente su presencia fue por un tiempo muy,  pero muy corto y de las otras dos personas que solo tu Titi las has visto, y no sabemos quiénes son, pues no hay nada, es por tal motivo que he decidido que vayan a ver a Daniel, él es una persona mayor que toda su vida a estudiado la historia del antiguo Egipto, es todo un erudito en la materia y quizá, el tal vez nos pueda orientar en esta situación o quizá, hasta darnos la solución, pero bueno no especulemos, ya les hice una cita para que se presenten ante él y le planteen toda la situación, así que mañana los espera a las diez de la mañana, por favor Armando y  Guillermo no dejen a su hermana sola por ningún motivo. Cuando llego la noche Titi se fue a dormir, ella esperaba poder dormir bien y como no había podido dormir, viendo inmediato que se acostó se durmió y, nuevamente empezó a soñar con Amunet, Titi estaba parada en su habitación, pero esta vez Titi estaba decidida a hablar con ella, así que en cuando la vio hizo el intento de acercarse a ella, pero Amunet le hizo una seña con la mano y se puso el dedo índice en la boca, diciendo que se callara y observara. En ese preciso momento, entro un hombre casi de la misma edad de Amunet, cuando se vieron se abrasaron y besaron con gran euforia, Titi solo veía sorprendida, después Amunet se separó de él y le dijo: —No sé lo que va a pasar Anubis, ella me amenazo que no va a dejar que estemos juntos jamás, ni en vida, ni muertos, tengo miedo el enfrentarme a ella, esto va a ser muy difícil. —Si Amunet, pero yo de quien estoy enamorado es de ti y nadie nos va a separar, ni aun ella con su inmenso poder ya verás que uniendo tu y yo, nuestros poderes son más fuertes que los de ella, así que mientras estemos juntos, ella no podrá con nosotros. —Tienes razón. Se volvieron abrazar y besar con gran pasión, en eso escucharon unos pasos ellos se separaron, pero los pasos que oyeron ambos escucharon que solo pasaron y se siguieron de largo, no entraron en los aposentos de Amunet, en eso Anubis dijo: —Bueno es hora que me vaya amor, aun nadie debe saber de nuestro amor. Amunet asintió al mirar a Anubis. El salió de prisa ocultándose, pero aquellos pasos se habían detenido para espiar que es lo que estaba pasando en los aposentos de Anubis, cuando vio quien salía de ellos sus ojos brillaron de odio, así los dos mientras en los aposentos de Amunet, ella se acercó a Titi, le tomo las manos y le dijo, en eso estaban cuando de pronto entro un gran gato, maulló y detrás de él llego ese ser tan malvado, las puertas se abrieron muy bruscamente cuando se oyó una voz varonil muy fuerte, que dijo: —Qué haces aquí, sal de mi palacio, tú no eres bienvenida aquí. En eso el ser corrió hasta donde estaba Titi, saco una daga de entre sus ropas y se fue en contra de ella, Titi corrió hacia el balcón gritando “¡Esto no es cierto estoy soñando!”, cuando de pronto sintió que, que le enterraba la daga y la empujaba hacia el vacío por el balcón, al momento que caía Titi gritaba de dolor y terror, pues sabía que al caer moriría, en eso abrió sus ojos y vio que era su hermano Guillermo que le decía: —Titi, Titi, Titi despierta hermana despierta. Ella abrió los ojos, lo abraso, su respiración era muy agitada, en eso sintió húmeda las sabanas de la cama y al mismo tiempo sintió un dolor agudo en la pierna, de inmediato se destapo y ambos vieron con asombro que la cama estaba toda manchada de sangre y Titi tenía una herida en la pierna, la cual sangraba abundantemente, Guillermo le hablo de inmediato a su papá y a su hermano, ellos fueron corriendo, Titi se quejaba de que le dolía mucho, su mamá se levantó, vio la herida se la lavo, la curo, le puso unos vendoletes y la vendo, después le preguntaron ¿Qué es lo que había pasado, como se había hecho esa herida y con qué?, entonces ella les platico el sueño que tuvo, pero ya no sabía que era realidad y que era su sueño, no entendía nada, pero en fin después de que su mamá cambio la ropa de cama, ella se volvió a dormir. Al amanecer del día siguiente, se levantó y entro al baño, al entran con sorpresa vio que en la pared de este estaba escritos de algo porque no se entendía, eran como jeroglíficos egipcios, pero ella no los entendía, así que solo corrió por su teléfono y le tomo fotos a todas esa letras, después  se bañó y cuando salió de ducharse ya no había nada de lo que había visto, ya no estaba, busco, toco la pared, pero ya no había nada, entonces salió rápidamente del baño tomo su teléfono busco las fotos que había tomado, cuando vio las fotos respiro profundo y calmadamente, si ahí estaban las fotos y los signos que en la pared estaban, no se habían borrado y eso la hizo que ella se calmara, cuando bajo a desayunar con la familia ya sus hermanos estaban listos, para ir a ver al señor Daniel, entonces su papá les dijo: —Bueno es hora de que se vayan a ver a Daniel, yo ya hablé con él, le platiqué a grandes rasgos por lo que estábamos pasando, así que los recibirá con mucho gusto. Después de esto los tres salieron y se fueron a ver a Daniel, él vivía cerca de la ciudad por la marquesa, en el auto atravesaron un gran bosque, después tomaron una vereda de terracería, como a los veinte minutos y después de haber atravesado un muy cerrado bosque, vieron a lo lejos una gran casona muy bien cuidada, en lo alto de la casona había dos gárgolas como custodiando la casa. Después de bajarnos del auto, caminamos hacia la puerta, subimos unas escaleras muy anchas, el piso era de mármol muy lujosa, la entrada de la casona, después llegaron al frente de la gran puerta, esta era de color crema de madera con un picaporte de hueso y muy alta, tocaron con una gran mano de metal dorado, ellos volteaban para todos lados curioseando con la mirada a sus alrededores, de pronto se abrió la puerta y los recibió una mujer, ella era alta y muy delgada, vestida muy sobriamente, así como su pelo recogido con un chongo en la parte de atrás y morena claro, pero muy amable, al verlos les sonrió y dijo: —Buenos días adelante pasen, el señor Daniel los espera, síganme por favor. Ellos entraron, atravesaron un gran vestíbulo decorado con gran elegancia, posteriormente ella abrió una gran puerta de madera, pero esta era de color caoba, entraron y detrás de un gran escritorio lleno de libros estaba Daniel, él era una persona mayor como de unos sesenta años, su pelo canoso y con gafas, cuando los vio se levantó, los saludo muy cortésmente y dijo: —Vaya, vaya no sabía que mi gran amigo Roberto tenía unos hijos tan grandes y sobre todo una hija tan hermosa, pero pasen, pasen. Los guio hasta una pequeña sala que estaba en el mismo despacho, todos se sentaron y el Daniel dijo: —Bueno, bueno ya su papá me adelanto algo, ya empecé a investigar un poco, pero antes quiero que tu Nefertiti, que hermoso nombre y tiene tanta historia, pero bueno, quiero como dije que tú me digas todo lo que ha pasado y que me enseñes el anillo. Titi alargo la mano, se lo enseño y le dijo: —Gracias de antemano por interesarse en lo que nos está pasando, no le doy el anillo porque no me lo puedo quitar y cada que quiero hacerlo, algo sobre natural sucede, así que ya dejé de intentarlo. Daniel se acercó a ella, tomo su mano, vio muy detenidamente el anillo, lo tomo como para querer quitárselo, lo jalo y en ese preciso momento se oyó como si cientos de gatos maullaran furiosos, eso los sobre salto, de inmediato Daniel soltó su mano y en ese preciso momento todo era silencio, Daniel volteo, miro todo a su alrededor, pero no encontró nada, después pidió a Titi que le contara todo lo que había pasado y los sueños que tenía, ella lo hizo y mientras Dora el ama de llaves o la señora que los recibió, así se llamaba ella, les llevo un poco de té con panecillos que ellos comían, después de que Titi termino de contarle todo Daniel le dijo: —Mira Titi para empezar vamos hacer un boceto de los dos hombres que no sabemos quiénes son, para poder buscarlos y saber quiénes son después de eso ya veremos que hacemos de acuerdo. Entonces Daniel y ella por medio de la computadora, empezaron a diseñar como eran estos hombres que Titi veía y nadie sabía quiénes eran, así se pasaron un buen rato, cuando ya casi era medio día y Dora estaba a punto de invitarlos al comedor, donde ya estaba la mesa servida, Titi dijo con gran euforia. —Sí, sí, si son ellos, ellos son al fin. Después Daniel les dijo: —Vamos a comer y continuaremos más tarde. Titi hubiese querido hacerlo de inmediato, pero Daniel tenía razón, así se despejarían un rato y regresarían más tarde ya con la mente más despejada y abierta, todos comieron, platicaron de cosas que nada tenían que ver con lo que querían saber, eso hizo que se relajaran, después todos regresaron al despacho, Armando se sentó frente a la computadora para empezar a buscar quienes eran estos tipos, entonces Daniel les dijo: —No Armando, en las redes no vamos a encontrar nada, realmente de estos hombres y Amunet no es mucho lo que se sabe pareciera que alguien muy cerca de ella quiso destruir todo sobre ella, me van a ayudar a buscar en los libros entonces. Abrió un estante lleno de libros muy grandes y se notaba que eran muy antiguos, así que Daniel les dijo: —De aquí para acá vamos a revisar, tenemos que encontrar algo. Después Titi recordó lo que había visto en el balcón y le dijo a Daniel. —Espere maestro, quiero enseñarle algo muy peculiar. Entonces saco su cel. busco y le enseño y le dijo: —Esto encontré en mi baño, pero después desaparecieron y realmente no sé qué es ni lo que dice. Daniel lo vio con sorpresa y curiosidad los analizo y dijo:  —Es esto es sumamente interesante, son unos escritos muy, muy antiguos, casi nadie los conoce y son muy complicados de descifrar así que empezare por esto. En eso estaban cuando tocaron a la puerta, el ama de llaves fue de inmediato abrir la puerta y en eso entro un joven alto atlético, con una mochila colgando a un lado, su pelo castaño claro enmarañado, ojos grandes color gris y una gran sonrisa, entro y dijo: —Hola buenas que pasa Daniel. El contesto: —Nada, nada bienvenido pasa, pasa ponte cómodo, o perdón los presento jóvenes les presento a Ernesto, el aparte de ser un excelente alumno es un gran amigo y lo mejor es un estupendo antropólogo, de echo acaba de regresar de Egipto que estuvo un buen tiempo verdad Ernesto. El contesto: —Si claro. Se saludaron y después dijo: —Pues tú dirás Daniel, me dejaste con la curiosidad que es lo que pasa. Entonces Daniel le conto todo lo que le sucedía a Titi, así que se dispuso a ver el anillo, Titi le dio la mano, el vio detenidamente el anillo después dijo: —El anillo es genuino, mira, el viento significa algo que sientes, pero no puedes ver y la media luna es lo oculto, lo que está oculto, a ver quítatelo por dentro tiene algo escrito, quiero ver que dice. Titi le contesto: —No, no, no sale lo he intentado, pero no sale. Él la ve con sorpresa y le dice: —A ver. Cuando intenta quitárselo, todos sienten un fuerte viento que estuvo a punto de caer Daniel, en ese momento Ernesto deja el anillo y todo vuelve a la normalidad, él se les queda viendo y todos con la cabeza dicen: —Si. Daniel le dijo: —Sí, si Ernesto cada que Titi intenta quitárselo, aparte de que no sale pasan cosas sobre naturales, no sabemos que lo provoca y por qué. Entonces después de eso todos se ponen a buscar en los libros a ver qué es lo que encuentran, después de un gran rato y ya de noche todos regresan a su casa, pues aun no encuentran nada. Al siguiente día nuevamente se reúnen todos en la casa de Daniel, para continuar buscando, después de un gran tiempo buscando y buscando Armando grita: —¡Eureka, al fin los encontré! Todos corren hacia él, ven con detenimiento lo que Armando les está enseñando y todos quedan atónitos, solo Titi con gran alegría dice: —Sí, sí, sí, si ellos, son ellos son, son los que veo en mis sueños, quienes son quienes son y que tienen que ver con Amunet. Daniel tomo el libro y empezó a leer lo poco que decía: —BASTET diosa del gato y las malas artes, ella era sumamente hermosa. Y la otra imagen era ANUBIS el gran faraón, pero es como vieron que ya no decía nada, ya no había nada de ellos, todo quedaba nuevamente inconcluso, en eso Ernesto les dijo: —Esperen, esperen en Egipto a un lado de la gran pirámide encontraron otras cavernas y estoy seguro que son ellos, de hecho, hay más estatuas como está, pero de otras personas y también esta Amunet, estoy seguro que ahí podemos encontrar respuesta a todo esto. Ernesto miro a Daniel y a los demás y dijo: —Tenemos que ir, la respuesta está ahí, de eso estoy seguro. Daniel contesto: —Si es necesario, porque hasta ahorita de lo escrito en el baño no he podido saber qué es lo que dice, es un alfabeto que no existe. Después Armando pregunto: —Pero hay que ir a Egipto, iremos allá. —Si claro que sí y todos. —contesto Daniel. —Pero cuando nos iremos. —dijo Titi. —Lo más pronto posible. —contesto Daniel. —Bueno, yo creo que ya es hora de que se los digas. —dijo Ernesto —Bueno, bueno tienes razón, vamos síganme. —contesto Daniel  Se paró y empezó a caminar hacia un librero enorme que estaba en el centro de la habitación, quito un libro, apretó un gran botón que estaba en la parte de arriba y el librero se empezó a deslizarse, detrás de él había una puerta que estaba camuflajeada sobre la pared, Daniel puso su mano en ella.
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