—¡No pienso continuar casada con el miserable que me ha arruinado la vida! – Rugió Ava con fiereza. - ¡Firma Derek, te exijo que firmes el maldito divorcio para acabar con este infierno de una vez! —No lo haré, así que no insistas. – Contestó Derek con firmeza. —Puedo utilizar otros métodos para divorciarme de ti, Derek. Si no firmas por las buenas lo harás por las malas. No puedes obligarme a seguir siendo tu esposa después de todo lo que me has hecho. Derek ignoró sus protestas y empezó a explicarle sus motivos. —Las empresas están a tu cargo ahora, y todas las propiedades que tengo en el país y en el exterior también están a tu nombre… —¡¡No me interesa tu puta fortuna!!- Contestó Ava furiosa interrumpiéndolo y él la miró fijamente. —¡No quiero tener absolutamente nada tuyo!