La tensión en la mansión de Derek era palpable y lo que a Ava ponía más nerviosa era el hecho de estar siendo totalmente ignorada por los demás y ver como la secretaria de su esposo había tomado el mando de todo en su ausencia. Desde que el tío de Derek había llegado en la mansión acompañado de Hannah Olsen, su hermana y madre de Heidy, todo había ido a peor. Todos se habían encerrado en el despacho para discutir la situación de Derek y a ella la habían dejado fuera tratándola con desprecio, ignorando completamente su existencia. Ava tenía el corazón en la mano por su esposo y se sentía terriblemente culpable por aquella situación. Ella sujetaba su teléfono móvil pensando en si debería o no llamar a su madre, porque estaba segura de que la jueza Alice Johnson podrí