El corazón de Ava casi saltó por la boca cuando Derek empezó a propinarle varios golpes a Miles hasta tirarlo al suelo. Ella sabía que Miles estaba bien entrenado y que sabía pelear, pero no tuvo ni una sola oportunidad contra Derek que era infinitamente más rápido. –¡¡Suéltalo Derek o lo vas a matar!! –Gritó Ava sin saber que hacer en aquella situación porque sabía que interponerse entre ellos sería como un intento de suicidio. En aquel instante Derek era un animal que no podía dejar de atacar a su rival con fiereza. –¡¡DEREK PARA!! Ava veía como el rostro de Miles empezaba a teñirse de rojo mientras que Derek le daba diversos puñetazos seguidos, uno más fuerte que el otro. Entonces ella se dio cuenta de que debería actuar o Derek terminaría matándolo. Así que miró alrededor buscando a