Aquella noche cuando Ava despertó se dio cuenta de que estaba sola en la cama y Derek no estaba en la habitación, pero la puerta del pasadizo estaba abierta. Al principio ella abrazó su cuerpo preguntándose si debería bajar a buscarlo o quedarse allí esperando, pero le daba curiosidad saber que estaría haciendo Derek aquellas horas. De la misma manera que lo había hecho aquella tarde, Ava bajó a buscarlo y extrañó cuando no lo vio en el despacho, después pensó que debería estar en la sala del Consejo, pero cuando llegó aquel lugar, que ella tanto odiaba, se dio cuenta de que Derek tampoco estaba allí. Ava lo encontró en otra sala secreta que estaba a penas unos metros de la sala del Consejo. Derek llevaba puesto un pantalón, con una camiseta negra y tenía los pies descalzos. Ava lo o