Tobías miró la entrada de aquella pequeña comisaría en el centro de Griffin deseando encontrar las respuestas que necesitaba, después de que su investigación sobre Edward Anderson, el último líder conocido del Klan, le aportó cierta información que no termina de entender. Entonces respiró profundamente y después entró. –¿El sheriff Quentin Hudson? –Preguntó a una chica que estaba en la recepción, y que lo miró como si fuera un dios griego, pero ella no tuvo la necesidad de contestar porque la voz de alguien llamó la atención del periodista. –¿Tobías Brown? –Habló una voz grave detrás de él y al darse la vuelta se encontró con un hombre de su misma edad, bastante fuerte y vestido de policía con un sombrero, así que no tardó en darse cuenta de que se trataba del sheriff de la ciudad. –Así