Su hermana Hannah es el único familiar que tiene Victoria, sus padres fallecieron cuando ella apenas tenía 12 años de edad. La vida no ha sido fácil para ambas, fueron criadas por una tía malévola que las maltrataba constantemente y así mismo las humillaba por puro placer. Un día una vecina generosa las llevo a un albergue para que no sufrieran más aprovechando la ausencia de su tía quien era una mujer de la mala vida y evitarles así un mal mayor. Desde ese momento se ha hecho cargo de su pequeña hermana quien cuenta con 15 años de edad actualmente.
Está muy consternada con la noticia que acaba Victoria de recibir, su mejor amigo Joshua le ha contado que Hannah ha sufrido un serio accidente. Un carro la arroyo al cruzar la calle y se había dado a la fuga.
Llega al hospital llena de angustia con los ojos llenos de lágrimas y se topa con un médico en el pasillo y le pregunta rápidamente por su hermana. Casualmente lleva el caso de Hannah quien esta es una situación muy crítica y con un cuadro clínico muy severo. Si le pasa algo a su hermana probablemente Victoria muera de tristeza.
—Buenas tardes soy la hermana de Hannah Tucson ¿Cómo se encuentra ella doctor? —pregunta Vicky mortificada.
—Su hermana está en estado crítico, su pronóstico es reservado.
—Dios mío ¿Se va morir doctor?
—Debemos esperar, cuando tenga más información se la haré llegar. Con permiso—y se marcha el medico sin decir nada más.
Enseguida llama a su mejor amigo Joshua quien se ha portado muy bien con ellas, es el hermano que nunca tuvieron, lo conocieron cuando llegaron a Washington desde Virginia donde vivían anteriormente. Gracias al apoyo de Joshua sus vidas han sido más llevaderas.
—Hola Joshua es Victoria.
—Hola Vicky ¿Cómo sigue Hannah?
—Está mal su diagnóstico es reservado.
—Válgame Dios.
— ¿Tu viste como la arrollaron?
—No solo alcance ver a la ambulancia que se la llevaba y te llame de inmediato amiga.
—Esto no puede estar pasando Joshua—llora Vicky desconsoladamente.
—Tranquila Vicky salgo para allá, no estás sola—y cuelga Joshua la llamada.
Por otra parte, en el otro lado de la cuidad, Jeremy Clark ingresa a un hotel para tener un encuentro s****l con una de sus conquistas. Ladea la cabeza y se percata de la presencia de la joven esboza una mirada picara junto con una sonrisa malévola. La joven al verlo corre de inmediato hacia a él.
—Hola cariño. Estas guapísimo—expresa la joven mujer.
—Siempre querida—sonríe descaradamente.
Llega a la recepción y la recepcionista lo reconoce por ser un importante modelo, hombre de negocios y único hijo del hombre más rico de la cuidad de Washington.
—Dios mío Jeremy Clark—dice la joven recepcionista.
Jeremy le hace un gesto despectivo como diciéndole que lo deje en paz. Es un tipo muy jactancioso y presumido. Suben rápidamente a la habitación y la suite obviamente era la presidencial haciendo alarde de toda la fortuna que ostenta.
—Acércate cariño ¿Qué haces allí parada? —le demanda a su amante en turno.
—Voy—sonríe con mucha picardía la mujer—Eres muy engreído y también guapo, me encantas.
—Me lo imagino soy fascinante querida—expresa Jeremy toda su vanidad.
Se toman su tiempo en la habitación para satisfacer sus deseos. Al terminar él se viste rápidamente dejando a la mujer tirada en la cama sin darle ninguna explicación de su partida.
—Jeremy ¿Es en serio, te vas así no más? —reclama la joven.
—Si ya terminé lo que vine hacer. La habitación esta cancelada, al rato mi asistente te hace una transferencia.
—Pero Jeremy…
—Sin dramas querida—se retira y le redirige un beso a la distancia, a su vez le guiñe el ojo y se marcha muy relajado.
A la salida del hotel lo espera su chofer con todo su personal de seguridad. Entra a su auto y le dice al chofer:
—Travis vamos por un trago.
—Enseguida señor—responde el conductor.
Mientras se dirige al bar revisa su celular y se percata de toda la popularidad que tiene en las r************* y su ego se infla a toda velocidad. Jeremy ingresa al exclusivo bar y se sienta en un lugar privilegiado de la barra, de inmediato hace una seña al barman para que tome su orden. Es más que un cliente habitual, así que ya el barman sabe que ofrecerle.
— ¿Cómo te va Lucas? —saluda Jeremy mientras toma su trago de a poco.
—Muy bien señor—responde Lucas.
— ¿Alguna nueva conquista Lucas?
—No señor, estoy muy feliz con mi prometida.
—Hablas en serio Lucas. Porque aferrarte a una cuando hay miles de mujeres para disfrutar—sonríe Lucas ante el comentario de Jeremy.
Es un mujeriego empedernido piensa que por tenerlo todo, las mujeres son solo objeto de deseo para él y nada más. Voltea y ve a una hermosa mesera quien es nueva en el bar, es una mujer muy hermosa de cabello castaño, ojos verdes y finas facciones con un cuerpo de infarto. Queda impactado con la belleza exótica de la joven mujer.
—Lucas te dejo mejor me voy a una de las mesas y por favor envía a esta chica a que me atienda—le señala y le ordena a Lucas con una lujuriosa sonrisa.
—Enseguida señor—sonríe Lucas con la misma complicidad.
Se sienta rápidamente en una de las mesas en un sitio apartado donde puede apreciar mejor a la muchacha y así dar rienda suelta a sus planes de conquista.
—Buenas noches señor ¿Qué le sirvo?
—Te quisiera a ti en una bandeja de plata—la chica se sonroja—dos whiskies dobles por favor.
— ¿Dos?
—Si el otro es para ti vas a tomar conmigo.
—Estoy trabajando señor. Me van a despedir.
—Eso no es problema. Soy el dueño de este lugar—la muchacha se sorprende y va por los tragos.
Rápidamente Lucas le dice a la joven que se ocupe de las necesidades de Jeremy, esta accede de inmediato ya que necesita con urgencia el trabajo. Situación que usa este casanova a su favor para satisfacer sus bajos instintos.
La joven por su parte no ve la situación cómo un problema ya que Jeremy es un hombre muy atractivo, con una mirada cautivadora y con un aspecto varonil que deja a más de una boquiabierta.
La muchacha sonríe y asiente. Se queda hacerle compañía a este don juan y ya lo demás es historia. Siempre consigue lo que quiere hasta ahora nadie le ha dicho que no.
Jeremy Clark está en todas partes, en las revistas, en algunas vallas, en sitios de internet y en su sinfín de plataformas publicitarias que no es nada difícil saber de quién se trata. A Cindy la hermosa mesera no se le dificulta para nada perder la dignidad con este extraño sigue las reglas donde el cliente siempre tiene la razón y vaya que cliente, el dueño del lugar y el soltero más cotizado de la cuidad.