When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
En los días que nos mantuvimos alejados debido a su terquedad al no querer aceptar mis condiciones, me sentía vacío y algo me angustiaba cada vez que se negaba a obedecerme. Yasmin preguntaba todo el tiempo por ella en casa y yo siempre intentaba huir del asunto, llegué cansado del trabajo, tomé un buen baño. Al mirar mi cama, me acordé de la noche en que dormimos juntos y la abracé, sentí el olor de ella, me calentó…, pero desvié los pensamientos y fuimos a cenar. Yasmin ya me estaba esperando sentada en la mesa de comedor, yo ya esperaba las preguntas de siempre. Ella no se conforma con mis respuestas, se está volviendo cada día más cuestionadora. — ¿Por qué Marília ya no viene a verme ni a venir a casa? […] Vinicius se molestó, pero respondió tranquilamente. — No peleé con ella, pe