Regreso a la Manada

709 Words
Punto de Vista de Florida A pesar de mi éxito como periodista en la ciudad, la vida me había llevado por un camino doloroso y solitario. Había sido expulsada de la manada, y la comunidad no me veía con buenos ojos debido a las infamias y problemas que habían rodeado mi partida, así como a la trágica muerte de mi pequeña hija de dos años. Sin embargo, después de años de exilio, una profunda necesidad de sanar y encontrar respuestas me impulsó a regresar a la manada. Sabía que enfrentar mi pasado y resolver las cuestiones pendientes con Manuel, el hombre que una vez amé, sería una tarea desafiante, pero era un paso que debía dar. El viaje de regreso a la manada fue un retorno a un mundo que había dejado atrás, un mundo lleno de miradas frías y murmullos de desconfianza. Las cicatrices de mi partida seguían frescas, y la muerte de mi hija había dejado una sombra oscura sobre mi reputación. El encuentro con Manuel fue inevitable. Nos cruzamos en medio de la manada, donde las miradas de desaprobación se multiplicaron a nuestro alrededor. Manuel y yo nos enfrentamos, nuestras palabras cargadas de resentimiento y dolor acumulado. "Florida", comenzó Manuel con un tono frío y distante, "no esperaba volver a verte después de todo lo que ha pasado." "Manuel", respondí con determinación, "he vuelto para enfrentar mi pasado y resolver las cuestiones que nos separaron. No quiero seguir viviendo en la sombra de lo que una vez fuimos." Nuestros encuentros se volvieron confrontaciones emocionales cargadas de recriminaciones y lágrimas. Hablamos sobre aquel día fatídico que cambió nuestras vidas para siempre y las acusaciones que se habían arrojado mutuamente. Era un proceso doloroso, pero necesario para sanar nuestras heridas. La conversación más dolorosa de todas fue la que tuvimos sobre nuestra hija. Recordamos los momentos felices que habíamos compartido con ella y el dolor abrumador que experimentamos cuando nos la arrebataron. La pérdida de nuestro pequeño ángel había dejado una herida profunda que ni el tiempo ni la distancia habían podido cerrar. Lágrimas corrieron por nuestros rostros mientras compartíamos el luto que habíamos llevado en silencio durante tanto tiempo. A pesar de las adversidades, la pérdida de nuestra hija nos unió de una manera que no habríamos imaginado posible. A medida que el tiempo pasaba, la comunidad seguía mirándonos con recelo, pero comenzaron a notar un cambio en nosotros. Nuestra determinación para resolver nuestras diferencias y sanar nuestras heridas era palpable. Aunque algunos seguían desconfiando, otros empezaron a ver una oportunidad para la reconciliación en nuestra historia. Manuel y yo reconstruimos nuestra relación con paciencia y amor. Compartimos risas, secretos y sueños, como lo habíamos hecho una vez antes. Pero esta vez, lo hicimos con la sabiduría que solo el tiempo y la experiencia pueden brindar. Juntos, honramos la memoria de nuestra hija plantando un árbol en su honor en el mismo bosque donde habíamos compartido tantos momentos especiales con ella. Era nuestro tributo a su vida y una forma de mantenerla viva en nuestros corazones. Mi regreso a la manada y la reconciliación con Manuel no borraron las cicatrices de nuestro pasado ni hicieron que todos en la comunidad nos aceptaran de nuevo. Sin embargo, aprendimos que, a veces, el camino hacia la redención y la paz comienza por enfrentar nuestros demonios internos y buscar respuestas en los lugares más inesperados. A lo lejos, me miraba el macho Alpha Roger, a quien llaman "El Seductor" sus ojos tienen magia... Él se me acercó y me dijo susurrando al oído que debía entrenarme en la magia, que solo un hechizo podía develar el mayor secreto contenido en mis males. También me dijo que me deseaba como hembra... Eso erizó mi piel. La energía s****l es poderosa, tal vez, yo estaba falta de sexo... Me sentí como una mujer. Mis hormonas habían sido alteradas. Me sentí hermosa y seductora. Pude leerlo en el deseo en los ojos de Manuel. Sin embargo, algo me preocupó. Había tenido varias noches seguidas sueños húmedos con el mago Alpha Roger. Lo deseaba sinceramente, quería tenerlo a mi lado, piel con piel. Pensé que era hipnosis remota. En realidad, tenía miedo de mí misma y de encontrarme con Alpha Roger en algún momento...
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