Hechizo

876 Words
Punto de vista de Manuel: La risa de Florida resonó en el claro mientras conversaba con Alpha Roger, con los ojos brillantes y la sonrisa cautivadora. Mi corazón se retorció de una manera incómoda, una sensación que no había anticipado. Vi cómo los ojos de Roger se detenían en ella, con un destello de deseo inequívocamente presente. Celoso Apreté los puños, tratando de deshacerme de la emoción irracional que se estaba acumulando dentro de mí. Florida era una Lycan Luna fuerte e independiente, y tenía todo el derecho a interactuar con otros miembros de la manada, incluso con el Alfa. Pero una voz molesta en mi cabeza susurró dudas, un temor de que su conexión pudiera ser más de lo que parecía. Como si el propio destino quisiera poner a prueba mis límites, se me acercó Paty, una luna joven y atractiva. Tenía una manera de mirarme con curiosidad, como si yo tuviera las respuestas a los misterios de la vida. Ella buscaba consejo, orientación y una conexión que no podía negar que era halagadora. Hablamos sobre asuntos de la manada, sobre los desafíos de la vida, y me sentí atraído por su entusiasmo e inocencia. Sin embargo, en medio de nuestra conversación, no podía ignorar la sensación de que Florida nos estaba observando. Su mirada estaba fija en Paty y en mí, su expresión cautelosa. Los celos que había experimentado antes se reflejaban en sus ojos ahora, y me dolía el corazón ante la idea de causarle angustia. Era desconcertante que esta red de emociones nos enredara a todos. Podía sentir las corrientes subyacentes de los celos y la atracción, una fuerza invisible que parecía estar poniendo a prueba la fuerza de nuestro vínculo. Florida y yo habíamos pasado por muchas cosas juntas, habíamos afrontado pruebas y triunfos, y nuestro amor siempre había permanecido inquebrantable. Pero ahora, A medida que avanzaba el día, me encontré lanzando miradas furtivas a Florida y Roger. Sus conversaciones fueron animadas, llenas de risas y comprensión compartida. Y cada vez que miraba a Paty, sus ojos brillaban con una mezcla de admiración y curiosidad. Era como si el mismo aire estuviera cargado de una energía que no podía comprender. La reunión de la manada por la noche no hizo más que aumentar mi inquietud. Florida se paró frente a todos, su voz fuerte e inquebrantable mientras abordaba los asuntos de la manada. Roger estaba a su lado y su presencia llamaba la atención. Y mientras la mirada de Paty se detenía en mí, buscando tranquilidad, no pude evitar notar la mandíbula apretada de Florida y la sutil tensión en su postura. La tarde pasó borrosa y, mientras la luna colgaba baja en el cielo, me encontré solo con Florida. El aire estaba cargado de palabras no dichas, el peso de nuestras emociones era casi asfixiante. "¿Estás bien?" Finalmente pregunté, incapaz de contener más la confusión. Florida me miró y sus ojos reflejaban una mezcla de vulnerabilidad y frustración. "No lo sé, Manuel. Hay algo... algo extraño en el aire. No puedo deshacerme de este sentimiento". Me acerqué un paso más y cogí su mano. "Sabes que puedes hablar conmigo sobre cualquier cosa, ¿verdad?" Ella asintió, apretando mi mano con fuerza. "Lo sé y quiero creer en nosotros. Pero estas emociones, estos celos... son abrumadores". Suspiré, el alivio me inundó de que ella también lo sintiera. "He estado sintiendo lo mismo. Pero Florida, no podemos permitir que esto se interponga entre nosotros. Hemos enfrentado muchas cosas juntos y siempre hemos salido más fuertes". La mirada de Florida se suavizó y se inclinó hacia mí. "Tienes razón. No podemos permitir que nada ni nadie abra una brecha entre nosotros". Mientras Florida y yo estábamos bajo el cielo iluminado por la luna, finalmente expresé mis preocupaciones. "Florida, no puedo deshacerme de esta sensación de que hay más en esto de lo que parece. Es como si hubiera algún tipo de manipulación, tal vez un hechizo, que nos está afectando". Florida se apartó ligeramente para mirarme a los ojos, su expresión era una mezcla de preocupación y determinación. "He estado pensando lo mismo, Manuel. No es propio de nosotros estar tan consumidos por los celos y la atracción. Y considerando la historia de Felicia y Miguel, no es descabellado pensar que podrían recurrir a tales tácticas". Asentí, el alivio me invadió porque ella compartía mis sospechas. "Creo que tenemos que llegar al fondo de esto. No podemos permitir que sus acciones abran una brecha entre nosotros o nuestra manada". Los dedos de Florida se entrelazaron con los míos, su agarre tranquilizador. "De acuerdo. Tenemos que proteger nuestro vínculo y nuestra manada a toda costa". Decididos a desentrañar la verdad, pasamos los siguientes días investigando hechizos, encantamientos y posibles manipulaciones mágicas. La sanadora de nuestra manada, Maya, demostró ser un recurso valioso que ofrece información sobre las artes arcanas que podrían estar en juego. Fue a la vez fascinante e inquietante aprender sobre las posibles formas en que nuestras emociones podrían verse influenciadas. A medida que profundizamos, descubrimos que ciertos hechizos podían crear emociones fuertes, intensificando los celos y la atracción hasta el punto de causar discordia. Era un partido peligroso, uno que no podíamos permitirnos dejar ganar a Felicia y Miguel.
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