Tenía varios días sin saber nada de Samantha, seguí llamando algunas veces hasta que me resigné ante la idea de que ella simplemente no contestaría, o al menos quería creer que no contestaría por un tiempo hasta que dejará de sentirse traicionada, enojada o como sea que se sintiera. Después de la primera noche que no me buscó, supuse que las cosas estaban mal, comencé a sentirme mal y nada de lo que hiciera podía sacarme a Sam de la cabeza, era como si cada cosa que hiciera me recordara lo tonta que había sido y que por eso ella estaba enojada conmigo. Mientras más horas pasaban, peor me sentía, los siguientes dos días me encerré en mi cuarto y me dedique a estudiar todo lo que había dejado atrasado, al menos mi depresión se veía un poco aliviada con eso. Después de unos días de no apare