Mi vida se sintió como si hubiera sido sacada de un cuento hasta que llegó el lunes y tuve que regresar a la escuela, donde tendría que ver a Natalia y a Monica seguramente. La primera que me encontró fue Monica, quien no estaba al tanto de la situación, así que al verla intente resumir la última semana y no pareció salir de control. Quizás ya estaba hasta cierto punto acostumbrada a que siempre hacía cosas que parecían no ser la mejor idea. Después de un rato llegó Natalia y nos saludó como siempre, como si en realidad nada extraño pasara y en ese momento fue cuando me di cuenta de muchísimas cosas, ninguna de las decisiones que tomara o las estupideces que hiciera tenía sentido, porque yo no era el centro de sus vidas, lo que me ayudó a bajar mi ego de las nubes. Las últimas semanas c