Bueno, sí se preguntan qué dijeron mis padres por desaparecer la noche de la fiesta, pues nada. Jamás se enteraron, Luke me cubrió muy bien y eso sé que me lo cobrará caro en cualquier momento pero al menos no me castigaron. Ahora me encuentro en otro aprieto, frente a mí, en éstos momentos mi hermano mayor me cuestiona porqué llegué hace una hora a casa, dónde estuve y con quién y lo más importante qué hice. —¿No vas a contestar Isabella? — me escudriña aún sentado sobre mi cama. —Yo... Emm...— mierda, no se me ocurre nada. —¿Tú qué? — habla serio. Me pone nerviosa. —Estuve con Aidan— ¿En serio? ¿No podías pensar en otra cosa? —¿Y? — Dios, que chusma es. —¿Qué? No tengo por qué decirte más— busco ropa en mi armario. —Me parece que alguien estuvo haciendo cosas sucias— sonríe. —¿