Garras estaba en la cima de la colina solitaria, contemplando el único mundo que había conocido. Su familia había vivido en el norte desde los días de la Vieja Bretaña y el Reino Unido, cuando todavía había colinas verdes y ciudades llenas de industria, atestadas de gente. Pero ese mundo se había ido hace mucho tiempo.
El "Norte Congelado" de Nueva Bretaña era un páramo helado, devastado por el cambio climático y atrapado bajo una gigantesca megatormenta que había durado décadas, un resultado inesperado del enorme daño geológico provocado durante el último gran conflicto.
Los pensamientos de la familia perdida de Garras pesaban mucho en su mente mientras se deleitaba con la belleza salvaje de los ciclones boreales que iluminaban el cielo nocturno a su alrededor. Se había parado en esta m
