Sasha estaba terminando de bajar las escaleras del segundo piso del apartamento de Cristian y sus ojos se posaron en el joven que conversaba alegremente con Miguel. “Mierda, ¡¿es en serio?!” pensó Sasha. La mente de Sasha se fue hasta el recuerdo de su infancia donde le declaraba sus sentimientos a un niño pelirrojo, que, para su desgracia, la rechazó con un simple movimiento de su cabeza haciendo que todos sus amigos se burlaran de ella. El chico volteó a mirar en dirección a ella y mostró una enorme sonrisa. —¡Sasha! —soltó el muchacho—, ¡Dios mío, en serio eres tú! El joven caminó hasta ella y la abrazó haciendo que los pies de la joven quedaran en el aire para después dar una vuelta que obligó a Sasha a soltar un grito. Lorena quedó confundida al ver aquella reacción. —Cr