La corte entró a la iglesia, las damas de honor iban vestidas con unos largos vestidos rosados estilo sirena y los damos de honor con su clásico esmoquin n***o. Las mujeres llevaban ramos de rosas blancas y de fondo se escuchaba la melodía de la canción “A thousand years” de Christina Perri. Las personas observaban con impresión a Marc vestido con un esmoquin rosado en la fila de las damas de honor y a su lado estaba Miguel acompañándolo con mucho orgullo. Lorena sentía sus piernas temblar cuando escuchó en la entrada aquella melodía y sus ojos se llenaron de lágrimas. Vio cómo su padre le extendió su brazo izquierdo y ella lo rodeó con fuerza. —No podrás caminar bien si me agarras de esa manera —le advirtió el hombre. —Le temo más a caerme —confesó la joven. Comenzó la clásica