Al día siguiente en la mansión Von Strudel, no era una mañana normal, la familia había recibido una visita inesperada, se trataba de Elian Blackwood, el poderoso guerrero licántropo, líder de su manada; en su versión humana es un hombre musculoso, con una presencia imponente y una mirada intensa.
Tiene una barba bien recortada y cabello n***o, que suele llevar corto y desordenado. Sus rasgos faciales son fuertes y angulares, con cejas gruesas y una nariz recta y prominente. Tiene ojos oscuros y profundos que parecen escudriñar en el alma de las personas.
“¿Qué está haciendo Elian aquí padre? “ Valentín se llenó de ira cuando vio al licántropo sentado en uno de sus grandes sillones
“Tranquilo Valentín, vengo en son de paz, a pesar de que tu familia siempre ha estado en guerra con la mía, hoy vengo a decirte que algo muy malo se aproxima”
“¿Cómo creer en ti Elian? Si eres un completo traidor, gracias a ti perdí a mi prometida.
“Bueno, eso son cosas del pasado, solo puedo decirte que una manada enemiga viene directa a Charleston, sin importar quienes la estén protegiendo y es una manada grande, no les interesa si hay humanos o no, solamente vienen a reclamar su territorio, y son bastante rudos”
“¿De dónde has sacado eso?” Valentín lo miró con recelo
“Bueno, ya sabes las mujeres lo saben todo, sino pregúntale a Lea, que ya lo ha visto en sus visiones”
“¿Es cierto eso Lea?” Valentín le pregunto enojado
“ Valentín, es que no he estado segura de lo que he visto, perdóname, hermano, pero muy seguramente Elian tiene razón”
“¡Increíble que me oculten estas cosas Lea!, si sabes de algo me mantienes informado, tengo que irme y tu Elian, te estaré vigilando”
Elian simplemente negó con la cabeza y en un suspiro ya había salido de la mansión., Valentín estaba completamente enojado, además de eso preocupado, no tenía la suficiente información para detener esa amenaza, sin embargo, se pondría en la tarea de averiguarlo, debía detenerlos a como diera lugar, pues los humanos eran su prioridad.
Al llegar a la factoría, su humor estaba oscuro, todos sabía las bondades del jefe, pero también cuando estaba enojado, nadie quería cometer un error ese día.
Al subir al último piso de su edificio, se dispuso a revisar los informes finales de la factoría, los que había hecho el día anterior Sophie, pero él no tenía ni idea de que era ella quien los había elaborado, al leerlos noto como había varios errores de ortografía, y se llenó de indignación, pues una de sus cualidades era la perfección.
“Itzel ¿Quién carajos hizo este informe? Dígale que suba de inmediato a mi oficina” la voz de Valentín era cruda y certera
“¿A su oficina señor?” su secretaria le respondió con un tono de voz nervioso, cuando él citaba alguien a su oficina por lo general terminaba despedido, él le colgó la llamada sin permitir decirle quien era la desafortunada esa mañana, sin embargo, Itzel le llamo.
“Robinson, hola, hablas con Itzel la secretaria del señor Valentín”
“Hola, ¿En qué puedo servirte? Sophie respondió sorprendida
“El señor te quiere en su oficina, te aconsejo que no te tardes está demasiado enojado, es acerca del informe que hiciste ayer”
“Entiendo ya voy para allá”
Sophie colgó la llamada, se arregló su ropa, y con un frio que le congelaba hasta el alma tomo el elevador hasta la oficina de su jefe, esa mañana casualmente no sentía miedo de él, pues la noche anterior no la había visitado en sus sueños, eso le había dejado tener una noche placentera, parecía que lo extraño de la situación se estaba acabando.
Al llegar a su oficina dio dos toques a su puerta, era un lugar lúgubre, bastante elegante, pero muy oscuro, no había ni una sola ventana, y el color purpura era dominante,
pensó Sophie , la puerta de la oficina de Valentín se abrió de repente, y él estaba sentado con su silla en sentido contrario a la puerta, ella entro despacio, su oficina era un más lúgubre, en ese instante su piel se erizo.
“¿Señorita, no le han dicho que los informes que debe entregar en la factoría deben estar a la perfección?”
“Señor, lo siento mucho, le prometo que lo corregiré y se lo enviare de nuevo” Cuando Valentín escucho su voz, se dio cuenta de inmediato de quien se trataba no lo habia podido saber antes, porque como esa mañana no tenía miedo, su olor era diferente.
Valentín se giró hacía ella, estaba vestida con una ropa bastante sencilla, se notaba a leguas su clase social, la miró de arriba abajo y musito.
“pero ¿Qué tenemos aquí? Para usted no es suficiente con llegar tarde, sino qué también está haciendo a medias su trabajo” Valentín estaba tan malhumorado, que no midió las palabras con Sophie.
“Ya le dije señor, que le ofrezco una disculpa y que tratare de enmendar mi error, si me lo permite”
“Eso es darle un trato especial, usted será suspendida por una semana sin p**o, y al regresar si tiene dos memorandos más, será despedida ¿ha entendido? Ahora salga de mi oficina” Valentín le grito cortante, haciendo que ella se quebrara instantáneamente.
“Pero señor por favor!” Sophie le suplico, una semana de trabajo sin sueldo, sería un desfalco muy grande para ella, pues los gastos con su madre y los propios eran pagos a justa medida con sueldo.
“¿Qué no quedó claro señorita Robinson?” Valentín se levantó de su asiento y miro sobre el hombro a Sophie
“Pues que, si usted me hace eso, no voy a comer por el resto del mes, señor se lo suplico, permítame enmendar mi error” Sophie comenzó a llorar sin consuelo, Valentín no podía creer lo que estaba viendo, jamás ninguno de sus empleados había pedido clemencia. Pero ella se estaba atreviendo a apelar a su bondad, y él la tenía, pero eso sería romper las reglas.
“Sophie, no llores por favor” el olor de sus lágrimas, y su tristeza le estaban volviendo loco, y su instinto vampiro estaba comenzando a arder, moría por lanzarse encima de ella y succionar su cuello, morderla, no sin antes hacerla su mujer.
“le suplico nuevamente que me deje resarcir mi error” los lamentos de Sophie eran más profundos, Valentín se acercó lentamente a ella, deseoso quería tomarla en sus brazos, pero se contuvo, no era ni la persona ni el lugar apropiados.
“Váyase por favor” le dijo mientras se alejó de nuevo rápidamente hacia su silla
“¡Eso qué quiere decir señor?”
“Solo váyase, despues le diré su castigo”
Sophie salió secándose las lágrimas, su jefe era un hombre demasiado extraño, pero había sido bondadoso con ella, al menos eso creía, jamás se imaginó que simplemente la hizo salir para no morderle el cuello.