Valentín recobró la respiración, desesperado por lo sucedido, simplemente se fue hasta donde estaba Sophie, por fortuna la cabaña en donde ella estaba era un sitio completamente desconocido para los lobos y sobre todo para los licántropos, estaba demasiado blindada. Al llegar, su sorpresa no se hizo esperar, comenzó a sentir desesperadamente un olor a sangre que inundó su nariz. Eso además de ser un mal presagio, le impedía entrar a la cabaña, pues un instintos comenzaron a activarse, y por más que quisiera controlarse, era casi que imposible, además que este olor, tenía algo en particular, no se trataba del olor de sangre de una herida normal, algo más profundo estaba pasando con Sophie en la cabaña. En contra de su voluntad, tapándose la nariz con un pañuelo, entró a la cabaña, a med