Mientras tanto Sophie hechizada completamente por el embrujo de Elián, se propuso a buscarlo, y estar cerca de él, la forma más fácil era entrando a trabajar de nuevo en la factoría. Esa mañana, se colocó un vestido demasiado ceñido a su cuerpo, unos zapatos altos, y un maquillaje muy llamativo. Tomó una pequeña cartera y se fue. Al llegar a la factoría muchos de los que ya la conocían, se quedaron viéndola extrañados, pues ella no se veía así antes del hechizo, ahora sus ojos estaban más oscuros, y su mirada era fría y sin rastro de sentimientos. “Señorita Robinson, mucho tiempo sin verla, ¿a qué debemos su visita?” la recepcionista lanzó su mirada de arriba abajo a Sophie. “Vengo a hablar con el señor Elian, gerente de la factoría, ¿podría anunciarle que estoy aquí abajo?” Sophie