Romance en luna nueva

a pesar de todo, no te dejare.

Ya era de mañana, a pesar de que Valentín era un vampiro, pasó toda la noche descansando al lado de Sophie, no quiso apartarse ni por un solo instante de su lado.

Ella abrió los ojos lentamente, y lo primero que vio a su lado fue el suave rostro de Valentín.

“Buenos días hermosa, ¿dormiste bien?” él le preguntó con dulzura

“Si, si he dormido muy bien ¿y tú? Bueno, creo que eso no fue adecuado preguntarlo, porque no se aun, si los vampiros duermen”.

“Bueno, algo como dormir, es efímero, pero al haber sido seres humanos en algún momento, nuestro cuerpo aun contempla algunas necesidades, entonces es necesario dormir”

“gracias por ser tan especial conmigo Valentín”

“Gracias a ti por confiar en mi preciosa, eres la humana más hermosa que mis ojos han podido admirar”

Valentín se acercó a ella y comenzó a besarla cálidamente, aunque Sophie estaba resentida por lo que le había pasado los días pasado, no dejo de corresponder en un solo instante a sus besos, ella necesitaba sentir el amor verdadero, sin importar que en su vientre se estaba formando el fruto del abuso.

Por un instante ella se olvido de esas cosas, y se dejó llevar por el momento.

Valentín se separó de ella, pero siguió acariciándole la mejilla con su mano.

“No quiero que en ningún momento te sientas mal o presionada por mí, siempre quiero que seas la mujer más feliz del mundo estando a mi lado”

“Tu no me generas ningún tipo de presión, lo contrario, te has convertido en ese apoyo incondicional para mi vida, pero tengo mucho miedo”

“¿De qué tienes miedo Sophie? Yo te dije que siempre voy a estar aquí para protegerte ¿o tienes miedo de mí?” Valentín la miró con ternura.

“¿De ti? Claro que no” Sophie negó con su cabeza “es por lo que está creciendo en mi vientre, yo no me esperaba esta situación y de verdad que esto descontrola mi vida en todos sentidos, y no se que voy a hacer Valentín, yo no quiero tener un hijo”

“Te entiendo a la perfección, pero en cualquier decisión que tomes voy a estar para ti, para mi eres una diosa y siempre quiero estar a tu lado, claro si tú me lo permites.”

Para Valentín, el amor que había nacido por Sophie se estaba convirtiendo en el sentimiento más infinito que algún día había sentido, ella era su diosa, sin importar lo que estuviera pasando con ella, no la dejaría escapar.

“¿Tu que sientes por mi Valentín?” Sophie le pregunto mientras que su voz se quebraba

“No tengo palabras para describir lo que siento, solo sé que he estado vagando por este mundo, sin saber siquiera si estoy vivo, pero a tu lado me siento diferente, es como si todo a mi alrededor, recobrará de nuevo los colores de cuando yo era humano, y aquellos sentimientos que por algún momento creí que estaban muertos, vuelven a renacer, no sé cómo se puede describir eso, pero se que te amo con todo el corazón”

“Ay Valentín, es que yo no sé qué decirte, me has dejado fuera de lugar, porque yo sé que te quiero, que me fascinas y que dentro de mi corazón hay un gran sentimiento de amor por ti, pero no puedo decirte que te amo con tal intensidad, como me lo dices tu”.

“A mi no me importa que no me ames de la misma forma, a mi lo único que me interesa es que tu estes bien, y que despues de estarlo, los sentimientos fluyen, pues estará todo mejor”

Sophie conmovida por sus palabras, se acercó a él, y fue ella quien lo beso, sus besos eran llenos de pasión e intensidad, lo abrazo y aprovechando que aún estaban en la cama, se sentó sobre él, y se abrazó a su cuello.

“llévame por favor” ella le pidió

“¿A dónde quieres que te lleve?” él le preguntó extrañado.

“A donde siempre me llevabas para confundirme para que no supiera que eras tú, llévame allí, donde tus besos pasaban por todo mi cuerpo, y estabas a punto de hacerme tuya”

“pues lamento informarte que nunca te lleve a ningún lado, esa es tu magia”

“¿Mi magia?” preguntó Sophie aún más extrañada

“Si, cada vez que hay pasión entre los dos, la magia de lo paranormal se hace presente, no se como explicarlo en realidad, pero también me transporto a ese lugar, así que preciosa, no digas nada más, si quieres que la magia llegue, bésame”

Ella sonrío encantada, y comenzó a besarlo desenfrenadamente, y en ese momento la magia empezó a ocurrir, ambos comenzaron a transportarse a un mundo externo de la habitación de Valentín, ahora él si podía hacerla completamente suya, pues ya no tenía la tentación de morder su cuello, al romper su virginidad y sentir su rastro de sangre.

Sophie, se desnudo lentamente frente a él, el ambiente se tornaba diferente, pues ahora era ella quien estaba tomando la iniciativa, sus ojos color miel, se pusieron más claros y brillantes y miraron fijamente los ojos rojos de Valentín, que no dejaba de admirarla como si fuera una reina.

Los pechos de Sophie quedaron frente a los ojos de Valentín, que deseoso se llevó cada uno de ellos a la boca, comenzando a succionar los manjares que estos le ofrecían, Sophie gemía de placer y de pasión, solamente dejó caer su cabeza hacia atrás, dejando que Valentín la devorara por completo, él empezó a besarla con pasión, bajando por su desnudo cuerpo hasta sus caderas que estaban arqueadas para él.

La tomó por el cuerpo y la levantó, también se desnudo frente a ella, y toda su virilidad quedó expuesta ante sus ojos, y como si estuviera hambrienta, Sophie se agacho frente a él, lo miró con pasión y deseo, y suavemente empezó a chuparlo.

Valentín sintió como estaba tocando el paraíso, era algo maravilloso lo que Sophie estaba haciendo, la pasión entre los dos estaba desbocada, él la tomó de nuevo y la levantó, tomó su rostro con sus dos manos, y la beso apasionado, la recostó sobre su espalda, abrió sus piernas y encantado devolvió el favor que ella le había hecho hacía unos minutos, Sophie estaba envuelta en una sinfonía de placer indescriptible, solamente enterraba sus manos en el cabello de Valentín, para que este le lamiera aún más fuerte sus partes débiles.

“¡hazme tuya por favor!” la voz entrecortada de Sophie invadió los oídos de Valentín.

“¿De verdad quieres ser mía?”

“Si, quiero serlo, hoy mañana y siempre, hazme tuya por favor” La voz de Sophie descontrolo por completo a Valentín. Quien, sin más, se posó sobre ella, y con toda la suavidad del mundo, se adentro en su caverna, sus movimientos eran suaves, en ningún momento dejo de mirar a los ojos a Sophie; ella no dejaba de gemir, jamás habia sentido tal placer, así que ella instintivamente comenzó a mover sus caderas salvajemente.

Movía sus caderas a un ritmo frenético, que apenas se chocaban con las de Valentín, la pasión aumentaba, y con ella la magia, era como si en donde estuvieran, las luces de colores hicieran una decoración al hermoso momento.

Valentín tomo sus piernas, las puso sobre su cintura y se adentro mucho más a ella, se miraron frente a frente, la lujuria y el placer se habia apoderado de sus cuerpos, la sensación s****l que el vampiro le provocaba a Sophie, la transportaba a otro mundo.

Después de unos tantos minutos de frenéticos movimientos, besos apasionados, y mucha dulzura, Valentín cerró sus ojos, y se derramó por completo dentro de Sophie, quien a la vez sintió como su flor se explotaba, era un vaivén de sensaciones, corrientazos y un sinfín de contracciones placenteras. Era su primer orgasmo.

Ambos cayeron sobre la cama, tendidos y rendidos, ninguno de los dos dijo una sola palabra, ella se recostó sobre el pecho de Valentín y descansaron, despues de por fin, haberse dado amor.