Tratando de romper un hechizo

1238 Words
Mientras tanto, en el hospital, Sophie parecía que con el paso del tiempo empeoraba aún más, su cuerpo no estaba reaccionando de manera positiva a los antibióticos. “Sophie, debes entender que, si no sacamos ese ovario, tu vida corre peligro” El ginecólogo de turno, en su angustia por la salud de Sophie, la trataba de persuadir para que ella aceptara una cirugía de emergencia, pero Sophie se negaba a la idea de no poder quedar embarazada de Elian, le agobiaba la existencia. “Doctor, por favor no me diga eso, yo quiero ser madre y si no puedo tener hijos, muy seguramente mi amor me va a rechazar, entiéndame por favor” Sophie estaba angustiada y consumida por el dolor de su enfermedad, pero su desgaste emocional no la dejaba ver más allá de la realidad. “Lo sé Sophie, muchas mujeres tienen la ilusión de ser madres, pero es que la infección por no haberte tomado las medicinas al comienzo de todo esto hizo que tu cuerpo no reacciona de la mejor forma, hay un ovario bastante infectado y debemos removerlo, no quiere decir que o tengas más hijos más adelante, solo que las posibilidades van a ser un poco más lentas” “Doctor póngame los medicamentos necesarios, yo necesito aliviarme y salir de esta cama, ¡por favor!” “Si quieres salir con vid de aquí, es mejor que sigas las instrucciones necesarias, y lo mejor para ti en este momento es extraer el óvulo” “Doctor, prométame algo por favor” “Dígame, en todo caso, no puedo asegurarle nada” “Prométame que no le va a contar a Elian, mi prometido lo que esta sucediendo, él me dejaría al saber esto, y yo no quiero que él me deje” El doctor se acercó a Sophie y le tomó su mano, y la miró con nostalgia. “Sophie, ¿estás haciendo todo esto solo por el amor de un hombre?” Sophie se zafo de su agarre bruscamente y se llenó de ira. “Usted no lo entendería doctor, y tampoco le pido que lo haga, pero quiero salir viva de aquí, así que si debe operar hágalo, pero prométame que podré ser madre” “No le puedo prometer nada Sophie, pero haré lo posible por salvar su vida, y también su útero” “No le diga a mi prometido lo que está pasando por favor, ya ser el tiempo el que lo diga” “está bien, programaré la cirugía para lo más pronto posible, con permiso” el doctor salió de la habitación de Sophie, ella no pudo controlar los inmensos deseos que tenía de llorar, que simplemente dejó caer sus lágrimas como un torrente, su llanto era desgarrador, estaba hecha un mar de sentimientos encontrados, por ninguna razón se explicaba lo que estaba experimentando su cuerpo, por un lado quería salvar su vida y no ser madre, pero por otro lado, la impulsaba el hecho de ser madre del hijo de Elian. En ese momento entró Elian a la habitación, preocupado, pero por sus propios intereses. “¿Qué te pasa? ¿Por qué estas llorando Sophie?” le preguntó frío, y carente de cualquier sentimiento “Mi amor, te estaba extrañando demasiado” Sophie se secó las lágrimas con la sábana y gimoteo. “Ya te pregunté, dime ¿Qué es lo que está pasando Sophie?” “Nada, solo que estoy algo triste porque debo hacerme una pequeña cirugía para poder remover la infección que me esta consumiendo, sino la hago puedo morir” Elian se quedó mirándola todavía más frío de lo que ya estaba. “¿Una cirugía? Espero que eso no afecte en absoluto que te puedas reproducir Sophie, recuerda que la condición para poder consumar nuestro amor es que seas la madre de mi primogénito, por eso eres mi luna, pero te rechazaré de inmediato si no puedes tener hijos conmigo” “Por supuesto mi amor, yo voy a ser la madre de tu primogénito, perdóname por ponerte a sufrir pensando en que me puedes rechazar, yo soy la mujer de tu vida y haré lo que sea necesario para que seas feliz” “Más te vale, me tengo que ir” Elian ni siquiera se acercó para darle una caricia “Pero mi amor ¿Cómo que ya te vas?” “Sophie tengo cosas que hacer, no me molestes con tus cosas, simplemente hazte lo que tengas que hacer en un par de días regreso a ver como estas” “No, mi amor, espera no te vayas” Sophie se quedó una vez más con el corazón destrozado, Elian ni siquiera se volteó para despedirse, estaba comportándose completamente indiferente con ella, mientras que Sophie solo conservaba en su interior el anhelo de ser suya. Minutos más tarde, fue Valentín el que llegó de nuevo a la habitación de Sophie, llevaba consigo un hermoso ramo de rosas rojas. Él quería tener más información acerca de qué objeto posiblemente podía tener Elian para haber hecho el hechizo, aunque no era tarea fácil, debía indagar. Cuando cruzó el umbral de la puerta de habitación, de nuevo Sophie lo miró con desprecio. “¿Qué rayos estás haciendo aquí Valentín?” “Vine a visitarte, siempre me has preocupado, y aún más si estas aquí sola, Sophie quiero estar pendiente de ti” Valentín se acercó lentamente hacia ella, con la intención de besar su mejilla y entregarle las flores, pero Sophie de un fuerte empujó lo alejó de ella. “No quiero que me toques Valentín, los vampiros como tu me repugnan” cada vez que pasaba el tiempo, las palabras de Sophie eran más hirientes que las anteriores y su actitud frente a Valentín era todavía más dura. “Sophie, sé que eso no lo sientes realmente, se que estas pasando por un momento bastante complicado y estás confundida, voy a poner estas flores aquí en esta mesa” Sophie como pudo se acercó al jarrón de las flores y de un solo golpe las boto al piso. ” No me gustan tus cochinas rosas, quiero que te largues de inmediato” “Sophie, ¡ya cálmate por favor! Déjame ayudarte, tienes que salir de ese hechizo infernal en el que estás, quiero saber que te hace falta, un collar, un anillo, una pulsera, algo, ¡maldita sea! Quiero ayudarte.” “Yo no estoy en un ningún hechizo, lárgate” Sophie dio una mirada por la ventana, en donde estaban los dos licántropos guardianes al acecho de sus instrucciones, ambos entraron y cada uno tomó a Valentín de un brazo para sacarlo de la habitación. “Sophie, mi amor escúchame por favor, se como acabar con ese hechizo, ¡Sophie! ¡Sophie!” los gritos de Valentín aumentaban a medida que los dos hombres lo iban sacando del hospital, ya a las afueras. Ya en las afueras, uno de los licántropos guardianes, comenzó a golpear de una forma salvaje a Valentín, dejándolo casi que inconsciente, intentó levantarse, pero el hombre lo había golpeado con un anillo que tenía el diamante que debilitaba a los vampiros, así que siempre tenían las de ganar. Tirado en el suelo, y completamente golpeado, el otro guardián le propinó golpes aún más fuertes, que lo dejaron inconsciente y con su rostro de sangre. Valentín ni siquiera pudo defenderse.
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