Capítulo 31: Flash y la niña de la buena memoria. "Y si yo no me equivoco, no me hace falta valentía, pero sigo siendo vulnerable si oigo tu voz" - Para que nadie se entere, Morat. Había sido la noche mas perfecta de mis últimos años, mi pierna no me había molestado, no había despertado en mitad de la noche llorando ni había que tenido que usar la férula o si quiera la venda, nada. Mi rodilla había amanecido como había llegado al mundo, desnuda, sin hinchazón, de un tamaño normal y sin dolor. Pero la noche no había sido linda por ese motivo, la noche había sido perfecta porque había pasado un momento increíble con Sara, donde me había tenido el mejor orgasmo de mi vida hasta el momento y eso que solo había sido al verla. Sus ojitos dilatados y sus labios entre abiertos se me hacía