La Vida y su Guardían

Los humanos los llamaban de muchas formas; algunos les decían elementales, hadas, otros ángeles, dioses, y algunos los consideraban seres malignos. Tenían tantos nombres entre los hombres, que las criaturas que mencionaremos a continuación los conocían y se reían, sin embargo, como los llamaban no tenía importancia, ya que estas criaturas estuvieron desde antes que los humanos pisaran la tierra, haciéndose cargo de mantener la naturaleza en orden, controlando los cuatro elementos (agua, fuego, tierra, viento) y, por ende, tenían poder sobre el clima, y las estaciones, ya que esa era la principal razón de su existencia.   Los nombres por los que se les conocían, tenían sentido, porque estas eran criaturas con apariencia humana, tanto femenina como masculina, solo con la diferencia que estos seres tenían alas parecidas a las de las libélulas, y orejas puntiagudas. Sus alas a simple vista eran translucidas, con destellos de colores, delicadas y suaves, sin embargo, cuando emprendían el vuelo eran fuertes y veloces, más que cualquier ave de la tierra. Antes de volar, estas se desplegaban haciendo una pequeña ventisca por la potencia que tenía cada aleteo, tanto que cuando pretendían elevarse, debían hacerlo en un lugar abierto, para no causar problemas. Estos seres, que realmente se llamaban “elementales” (porque controlaban los cuatro elementos) tenían pieles resistentes a las altas y bajas temperaturas, de color canela, o aceitunada, sus rasgos físicos eran simétricos y fuertes, no eran como los dibujaban los humanos, ya que los elementales masculinos podían medir hasta más de 2 metros, con cuerpos atléticos, y las féminas podían llegar hasta una altura de 1.90 metros, con cuerpos curvilíneos como un reloj de arena.   La cabellera de los elementales era suave y ondulada, de colores de fantasía, es decir, azul, rosado, amarillo, verde, etc.  El color del cabello también hacia conjunto con sus ojos, y destello de sus alas, ejemplo: si un elemental nacía con el cabello rosado, el color de sus ojos era rosado, y el destello de sus alas era rosado. Según la leyenda dentro de la cultura de estas majestuosas criaturas, el color de sus cabellos, alas y ojos, provino del primer arcoíris que se creó en la tierra, el cual los primeros elementales absorbieron dándoles esos colores, más el poder de controlar los fenómenos de la naturaleza. Los elementales no eran inmortales, sin embargo, podían vivir hasta 500 años, sumando que se reproducían igual que los humanos, con la unión s****l entre sus distintos sexos.   Aunque se pensara lo contrario, los elementales no vivían en otra dimensión, o en el cielo, estos habitaban en un pequeño continente que no estaba registrado en ningún mapa de la tierra, puesto que, este era invisible para los humanos, y desde allí, ellos controlaban los elementos. La isla no era mágica, pero si muy fructífera, con un clima perfecto, contando con bosques, montañas, y por supuesto, playas, sumando el hecho, que tenían una fauna variada, de todos los animales que habitaban en la tierra, en la isla de los elementales, podían vivir pacíficamente. Ellos construían sus viviendas sobre lo más alto de los árboles, creando sus casas de madera, con una arquitectura muy distinta a la conocida por los humanos, sus casas sobre los árboles, eran parecidas a los nidos de las aves, porque estos eran redondos, y muy cómodos en su interior.   Los elementales no usaban gran parte de la tecnología humana, pero si aprovechaban la tierra, y sus frutos, creando textiles, alimento, herramientas, y cualquier cosa que necesitaran; aparte de que, tampoco vestían como un humano normal. Estos seres vestían normalmente con túnicas hechas de seda o lino fino, en el caso de los que tenían un grado de poder más grande, algunos también vestían con lana de oveja, pero eran muy pocos, y además como calzado, usaban sandalias hechas de cuero de animal.   En las noches, los elementales se iluminaban con la propia luz que emanaba sus cuerpos, la cual venia en conjunto con el poder con el que nacieron. Los elementales que nacían con el poder de controlar el agua, su luz era azul, los elementales que controlaban el fuego, su luz era roja, amarilla para los que controlaban la tierra, y blanca para los que tenían poder sobre el aire. Esa luz ellos la “convertían” en una esfera que depositaban dentro de recipientes de madera dentro de sus casas, haciendo que esta les iluminara, creando todo un espectáculo de luces en la noche, para cualquiera que no lo hubiese visto antes. Aparte de eso, los elementales no contaban con la misma medición de los humanos, ya que ellos a cada día, les decían: periodo solar, y en la noche, lo llamaban, periodo lunar. Por supuesto, al controlar las estaciones, ellos sabían exactamente qué día comenzaba el invierno, verano, primavera, y otoño, no obstante, las fechas más importantes para los elementales, eran el solsticio de verano, y el solsticio de invierno.   En el solsticio de verano (20 de junio) las elementales quedaban embarazadas, para luego de 5 meses, en el solsticio de invierno (21 de diciembre) todas daban a luz, es por eso que los elementales contaban su edad, diciendo la cantidad de solsticios de invierno que habían vivido, por lo cual, a cada solsticio de invierno, los elementales celebraban sus años en la tierra, y además el nacimiento de más de los suyos, siendo ese el día más especial para ellos.   Y, por último, pero no menos importante, esta historia, se sitúa en el tiempo humano, de los 1700s, aunque los elementales no se regían por siglos, y mucho menos años.