MURREN, SUIZA.
Un aroma extravagante salía de la cocina.
Tessa estaba cocinando algo que Henrik aún no tenía claro de que se trataba pero el aroma era simplemente expectacular. Los dias en Murren se habían tornado un tanto ocupados las primeras semanas, pues Tessa solía pasar mucho tiempo con el bebé y él tenía muchas cosas en que prestar su atención, desde las finanzas de los hospitales hasta correos que recibía de sus colegas en el extrangero pidiendoles opinión respecto.
Poco a poco parecían haber recuperado ese ambiente agradable que los rodeaba, no había incomodidad o algo similar, pero si una buena amenidad de pareja que los hacía sentir comodos aunque no felices plenamente pues había varias barreras que romper. Henrik se acercó a la cocina dejando uno de sus libros sobre la ba
