London
Sentí unos cálidos besos en todo el rostro, juro por dios que si es un perrito estrangulo a Dorian y Anne, es que les encanta verme de malhumor, abrí los ojos encontrando un par de ojos cafés mirándome, tenía una sonrisa angelical, y aspecto de que le dieron una buena follada, que orgulloso me siento.
-Buenos días- Dijo besando mi mandíbula-.
Talle mis ojos y le devolví la sonrisa.
-Buenos días- Respondí colocando las manos en su cintura-.
-Te ves recién follado cariño- Dijo revolviendo mi cabello- Tienes que cortártelo- Susurro distraída-.
-Lo sé, pronto lo cortaré, no te preocupes- Dije trazando círculos en su espalda baja-.
La vi distraída, nerviosa y juguetona.
-¿Qué ocurre?- Pregunté frunciendo el ceño-.
-Nada-.
Ella me observo un momento y luego me beso distrayéndome
