Aun no terminaban de comer cuando Demian, impaciente se levantó de la mesa diciendo que ya no esperaría – Saldré a buscarla Joseph… - su tono indicaba que no le estaba pidiendo permiso
- Te acompaño – era Robert el que se levantaba de la mesa
- Tienes razón hijo, algo ha debido sucederle a mi sobrina – Victoria no podía negar la angustia de la cual ella también era presa.
Elizabeth Staverley estaba igual de preocupada, era verdad que Kate no solía desaparecer así, pero ya conocía lo voluntariosa que era su hija, así que por el momento disimulo muy bien su nerviosismo. Mientras las mujeres se congregaron para rezar, deseando que Kate estuviera sana y salva, el señor Staverley les dijo: - Reunámonos en las cuadras para preparar un grupo de búsqueda.
Antes de dirigirse hacia allí, Demia
