SIN SALIDA
** HOPE***
—No lo puedo creer– dije soltando lágrimas que ya se habían acumulado en mis ojos.
—HOPE, amor, por favor, no quise...
—¡¿AHORA ME DIRÁS QUE NO QUISISTE ACOSTARTE CON ELLA?!
–gritando lo interrumpí ya con las lágrimas empapando mis mejillas.
-Gael es mi mejor amiga. Y tú maldita zorra por eso dijiste que él estaba esperándome.
— En serio, amor, en serio no quise...– me mira con súplica en su mirada, pero yo no estoy
dispuesta a perdonar esto.
–Aquí termina todo, Gael te queda claro verdad. solo asiente. –solo había resignación en su mirada– adiós.
Y salí de su casa tan rápido como pude, visualicé mi auto, me dirigí hacía él.
Empecé a conducir a casa, mientras lo hacía, mi mente solo podía pensar en los últimos meses con él.
le di todo, él fue el primero
Dos años de relación se fueron a la basura en menos de veinte minutos, que le falto, que no le di, obvio que no falto nada, él es un infiel y ella la que decía que era mi amiga siempre supe de su atracción por él, pero claramente no perdonaré una infidelidad, que de ningún modo pienso perdonar eso jamás.
Escucho el sonido de mi celular que indica que estoy recibiendo una llamada, miro la pantalla y
el nombre de mi hermanastra aparece en él mierda olvide que debía llegar temprano, ahora las tendré que aguantar.
—Hola Diana, ¿Qué pasa?
– pregunto al descolgar.
—¿hola, Diana? ¿En serio? -está un poco alterada, mamá está enojada, dice que, si no llegas antes de que lo haga él, lo lamentaras, que ni tu padre te salvara, zorrita. Con eso cuelga.
—¡Mierda! Lo olvidé.
seco mi rostro, para que no vean lágrimas, obvio no es para causar preocupación más bien, solo será para no me molesten.
Ya solo faltaba una cuadra para llegar a casa. Papá nos había dicho
que hoy llegaría un hombre que quería invertir en alguna de las petroleras de él, y que lo había invitado a casa porque dicho sujeto vivía en Los Ángeles, y él no tenía intenciones de viajar cuando su hija acababa de dar a luz a su primera nieta.
Al parecer el sujeto está muy interesado en hacer negocios con mi padre, puesto que
no se opuso ni puso peros para viajar desde Italia hasta Nueva York.
Al llegar a casa estacionó el auto y bajo de este, al abrir la puerta, lo primero que veo es a mi madrastra
que me grita que no hay cena lista para los invitados que trae mi padre.
—¿Dónde estabas lucía? – mi padre me mira con un gesto severo en el rostro.
—lo siento papá, se me ha olvidado, pero ya estoy aquí – dije avanzando hasta él y
depositando un beso en su mejilla.
a lo que la esposa nos separa, me mira mal y se prende del brazo de mi padre.
—está bien, pero ve a preparar todo rápido, en unos minutos llegará el señor Evans.
—ok, papá–Murmuré mientras dejaba la sala de estar para dirigirme a la cocina donde me pongo rápido a preparar la cena, pasan 30 minutos y tocan a la puerta.
Eso me indica que la persona llego y que debo darme prisa en terminar e ir a la mesa, cuando termino de ordenar todo, ellos entran y mi madrastra me dice que yo no debo estar acá porque es una cena familiar y obviamente yo salgo sobrando.
Me quedo esperando a mi padre quien al verme hace como que no conociera y con eso tengo más que claro que no pertenezco aquí.
Con lágrimas en mis ojos salgo, pido permiso y el señor Evans se presenta conmigo y yo al responderle mi padre le pide permiso y me excusa con que yo no ceno con ellos porque es una cena familiar y de negocios.
Me retiro sin más, corro hacia mi dormitorio, ya no quiero más esto, no sé por qué mi padre me trajo consigo si no me quiere.
con eso solo me centro en otras cosas.
Cuando ya todos terminan entra de golpe Diana y me dice que ahora si puedo ir a comer las sobras, cuando le voy a responder su madre me dice que lo piense bien, por qué si no sería el último día en su casa.
Yo solo asiento porque en estos momentos no tengo lo suficiente dinero para poder irme a California nuevamente.
Cuando dan las 21:30 ingreso a mi clase porque estoy estudiando gastronomía y hoy solo toca teórica.
Cuando termino me dirijo a mi cuarto y escucho a mi padre decirle a su mujer que ya pronto cumpliré los 21 y podrán deshacerse de mí, que esa fue la última voluntad de mi madre antes de morir.
Dos semanas Después...
No puedo creerlo, esto no me puede estar pasando ¡No!
mis manos tiemblan, con el objeto entre mis manos.
Levanté la mirada de mis manos que están sujetasen el lavamanos y miré mi reflejo en el espejo, tenía
los ojos rojos por haber llorado los últimos diez minutos.
En las últimas semanas, había tratado de mantenerlo a raya, lo ignoraba cada que podía, Gael trato
en varias ocasiones acercarse a mí, pero yo no le hacía caso alguno, hasta que hace unos días dejó de insistir.
Presa de un impulso y la rabia del momento, salí de mi habitación cerrando sigilosamente la puerta de esta para no despertar a nadie- puesto que
eran la una de la madrugada- y casi corriendo salí de la mansión de mi padre. en dirección a la casa de Gael.
Llevaba los puños apretados en el manubrio, tanto que por un momento creí que lo rompería, a mi lado
llevaba en el asiento del copiloto 5test de embarazos.
Al llegar a la casa toqué tan fuerte como lo permitía la rabia que corría por mi torrente sanguíneo.
Gael abrió
la puerta adormilada y con el ceño fruncido, su expresión cambio totalmente al verme. Confusión y
enojo, eso era lo que había en su cara.
—¿Qué quieres HOPE? - preguntó notablemente cabreado, lo empuje a un lado y entre a la sala de estar de la casa, él cerró la puerta y se giró para mirarme— dime que quieres de una puta vez, tengo que trabajar temprano.
-Estoy embarazada - dije de una vez…
—¡Di algo imbécil! — gritó desesperada y apuntó de llorar.
—¿Embarazada? ¿Es mío?
—¡No maldito, imbécil, solo vine a decirte para ver si querías ser el padrino! — respondo con ironía— ¡por supuesto que es tuyo! — gritó.
—¡¿Es que acaso no te cuidas?!— grita enojada.
—Tienes una semana para preparar todo y venir a la clínica de mi padre y realizarte un aborto
—¿qué?... Ah... ¡No! — digo con la sorpresa aún plasmada en mi rostro.
—Escucha HOPE, sabes muy bien que tu padre se enojara contigo cuando se lo digas lo del embarazo.
—él me miraba atento tratando de parecer comprensivo, —
.
Si quieres que tu hijo crezca sin un padre que vea por él, que lo cuide, tenlo no me importa lo que si
no molestaras más, pero si eres inteligente harás lo que te digo. — asintió limpiando sus lágrimas.
—Está bien—digo y salgo como alma que lleva el diablo.
antes de irme le tiro las 5 pruebas de embarazo a la cara y sin más me marcho.
-dios, ¿Qué hecho? -susurro para mí misma.
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YA CHICAS LES PRESENTO MI NUEVA HISTORIA ESPERO LES GUSTE
GRACIAS TOTALES...