Me encontraba sorprendido, alegre y la vez molesto, ¿Cómo es posible que sea padre? Y ni siquiera lo sabía. Quería enfrentarla, quería decirle todo lo que tenía retenido desde el momento que vi a esos niños y supe que eran mío. ¿Cómo se atrevió a ocultar que sería padre? La ira estaba fluyendo dentro de mí, me sentía impotente, frustrado, quería golpear algo, ¡Maldita sea! Ella sabe dónde vivo, ¿porque no me busco?, ¿por qué no dijo que estaba embarazada?, me perdí todo el embarazo. En estos momentos me encontraba en los cuneros viendo a través del cristal a mis hijos, eran tan pequeños, se veían tan tranquilos, una ternura me invadió en mi interior y me jure que no los abandonaría. Después del parto decidí dejar la conversación que tenía pendiente con ella para después, ella necesitaba