Decimoctava Era después de la Guerra Sangrienta,
Radigast
Una esfera de luz azulada se formó lentamente de la nada en medio de un pequeño callejón sin salida. Podría haber sido apretada en una mano sin ningún esfuerzo, comenzó a latir como el corazón de un niño pequeño, rápido pero constante, y con cada latido se hacía más y más grande. Llegó a ser tan grande que podía contener personas en su interior, tomó su forma definitiva en un abrir y cerrar de ojos: era el reloj de arena del tiempo. Relámpagos azules brillaban por todas partes sin causar ningún daño; era como si pertenecieran a otra realidad.
Todo el grupo salió de su vientre, se encontraron bajo una lluvia torrencial, en pocos segundos estaban completamente empapados. Era plena noche, sólo se oía el sonido del agua golpeando e
