Encuentro en el ascensor.

1765 Words
PVO Dulce. Bien dicen que la tonta más tonta, es la que sigue enamorada del cretino que jugó con una y para colmo, te besa como si fueras de su propiedad, pero eso no volverá a pasar, no voy a permitirlo. _¡Ay es de lo peor! _¿Dulce podemos hablar? _Elena claro, pasa.¿En qué te puedo ayudar? _Es sobre lo de anteayer en la noche Dulce.-La noche que me acosté con Arthur sin saberlo...y lo disfruté, aunque odie admitirlo. _Ya dime qué pasa con esa noche. _Bueno, ¿Recuerdas que hicimos? _Nos emborrachamos, tú te fuiste con un hombre y yo con otro, fin, no pasó nada más.¿Entendiste?.-Asiente.-¿Pero porque me preguntas? _Bueno, es que el chico con el que me fuí, creo que resultó ser... _¡Chicas! Tengo el chisme del día.-Nos interrumpe una amiga y colega de la empresa.-¡Adivinen quien viene hoy a la empresa! _¡Alguien famoso! _Casi. _¿Cómo que casi?¿Es famoso o no?¡Ay ya habla! _¡Nuestro guapo jefe llega está tarde!¡Ahhh! _¡No!.-Ambas gritan como si se tratara de una famosa estrella de pop. _¿Jefe?¿Y porque tanta emoción porque venga? _Ay Dulce, deja, yo te explico. Nuestro jefe es el hombre inalcanzable para muchas, el perfecto macho del que todas quisiéramos presumir en nuestras redes, en nuestras fotos, es que si tú lo vieras, con una sola mirada te deja hipnotizada. _Ah, ya recordé, tu amor platónico. _Mas diría inalcanzable aunque ya lo olvidé, me rendí porque creo haber encontrado otro.-Esa sonrisa indica que sí. _Ajá, bien por tí, o mejor dicho por la comunidad femenina de la empresa.¿Y como a qué hora llegará nuestro jefe?.-Pregunto porque pedí permiso para salir con mi madre y el Sr O'Reilly a comprar algunas cosas para la boda. _Pues dijeron que su avión llegaría a eso de las 6 de la tarde. _¿Así? Mmm, ya me muero por verlo de nuevo. _¡Elena! ¿No acabas de decir que ya lo olvidaste? _Ay Dulce, bueno, una miradita antes de pasar la página no estaría mal, además no es pecado ver, sino tocar. _¡Pero que dicen chicas! No olviden que nuestro jefe tiene novia. _Pero eso es solo un rumor Maca, nadie ha podido confirmar eso. Así que mientras no haya boda, podemos seguir admirando a ese bombón que pronto va a llegar.¡Ahhh! Debemos apresurarnos y tener todo en orden. Y así como llegaron ambas, se fueron. Quien como ellas que tenían a su amor platónico, él mío fue en la universidad y me quebré por su culpa. Vuelvo al trabajo, debo terminar antes de ir, hasta que mi celular interrumpe. _¿Diga? _En 30 minutos estaré pasando por tí Dulce, así que termina lo más pronto. _¿Ah?¡¿Arthur?!¿Cómo es que tienes mi número de celular? _Eso no importa hermanita así que termina rápido, recojo a mis padres y paso por tí. _Yo no quiero que tú me recojas, iré por mi cuenta, ¿Y porque vas a ir tú?¿No tienes asuntos pendientes con tu noviecita ahora que regresó de viaje? _No, no tengo asuntos con ella, y eso es algo de lo que debemos hablar. _¡Que!¡Como si me importara las novias con las que te acuestas! ¡A mí no me debes ninguna explicación!.-Cuelgo molesta.¡Pero que se ha creído este animal! Salgo furiosa, molesta, mira que decirme a mí que me debe explicaciones. Entro al ascensor y sigo renegando. _¡Pero es un tarado!¡Cretino!.-El ascensor se abre y sin darme cuenta choco con alguien y mis papeles caen al suelo, lo que me faltaba. _¡¿Que acaso no miras por dónde vas?! _¿Que? yo lo siento, estaba distraído, aunque creo que tú también. _¿Yo? Claro que no, toma, lleva esto, yo no bajo en este piso. _¿Quieres que yo lleve esto? _Sí, ¿Vas para el último piso no? Ahí trabajas. Se ríe y no lo entiendo.-Bueno sí, voy al último piso y trabajo ahí. _¿Entonces?.-Me mira medio raro. _Nada, es solo que es la primera vez que vengo a la empresa y... _¡Ah!¿Así que eres nuevo? Vuelve a reírse y vaya, esa sonrisa si que es encantadora, me recuerda a Arthur. _Bueno, digamos que sí soy nuevo porque mi vuelo acaba de llegar y recién estoy llegando de otra sede. _¡Ah! Así que eres de otra sede, mira que coincidencia, yo igual. Yo trabajaba en la sede de Londres¿y tú?.-Estiro mi mano y me mira más que confundido.-Es cierto, pero que descortesia. Soy Dulce Collins. _Soy...Ryan, y vengo de la sede de París. _Ah, un gusto conocerte Ryan. París, esa era mi meta, llegar a la sede principal, trabajar diseñando, organizando los sueños de las grandes mujeres parisinas, pero bueno, el destino me trajo aquí, tampoco está mal.-Si no fuera porque Arthur y yo vivimos bajo el mismo techo, sería un sueño. Justo el ascensor nos indica que llegamos, pero por alguna razón esta no se abre. _Creo que algo está mal. _Sí, ya debería abrirse. Ryan se acerca a presiona varios botones, pero ninguno funciona, la puerta ni se mueve. _Tranquila, llamaré a alguien para que vea lo que está pasando.-Eso hace, toma su celular y comienzo a asfixiarme, y no precisamente porque me falte el aire, sino porque sufro de claustrofobia. _¿Oye estás bien? Niego con mi cabeza.-Le temo a los lugares cerrados, no me gusta estar aquí Ryan.-Me cubro las orejas y me siento en la esquina casi temblando. _Entiendo, tranquila. Pronto nos sacarán de aquí. Veo que hace algunas llamadas pero no escucho nada, yo estaba aterrada de estar en este pequeño lugar sin aire. _No tardarán en sacarnos, descuide Srta Dulce. Creo que ocurrió un desperfecto por falta de mantenimiento, pero ya me encargaré de los culpables. No escuchaba, él solo me miraba con compasión y algo de ansiedad. _Quizás tenga frío, tome, usted lo necesita más que yo.-Me cubre con su saco y siente bien, calientito pero esto comenzaba a afectarme. _Tranquila. A ver, hábleme de algo, no se, algo que le dé cólera, que le dé rabia. _¿Algo que me dé rabia?.-Solo hay una persona que me da coraje en estos momentos, y el recordar el beso de él y esa mujer yo pues...¡Ay quiero matarlo! _Sí, yo comienzo.-Toma aire y mira hacia delante.-Estoy agotado y necesito vacaciones, las necesito. Ahora usted. No entendía que quería decir pero si quería que descargara mi furia, solo podía decir esto. _¡Es un idiota!¡Es un cretino!¡Me mentiste no una sino dos veces!, ¡Te odio Arthur O'Reilly! Grito y él se ríe. _¡Yo también te odio!.-Grita él y eso hace que siga. _¡No debí venir a Nueva York solo para ver tu cara!¡Ya verás, me casaré y seré muy feliz sin tí sabandija!.-Vuelvo a gritar y ambos nos reímos. _Si que eres divertida Dulce, hace tiempo no me reía de esta manera, creo que me hacía falta esto. _¿Así?.-Apesar que me sentía un poco asustada, esto sí estaba funcionando. _¡Sí!¿Y quién es la sabandija?¿Ese tal Arthur?¿Tu novio? _No, nada que ver. Es mi hermanastro, no nos llevamos nada bien, eso es todo. _Ya veo. _¿Y tú a quien odias? _¿A quien odio? Buena pregunta.-Suspira y esa sonrisa suya se apaga.-No la odio, digamos que me pidió algo de tiempo, que no estaba segura de lo que sentía por mí, eso es todo. _¿Tu novia?.-Nos miramos, me muerdo el labio y él sonríe, si que tiene una hermosa sonrisa que hace que la piel se me escarapele. _Mi exnovia, terminamos, o eso es lo que le dije cuando le propuse matrimonio y ella me rechazó. _Oh vaya, lo siento, eso debe ser doloroso, al menos a mí nunca me han propuesto matrimonio. _¡No!¿Acaso eres soltera? _Así es Ryan, soltera pero con muchos seguidores.-No sé quienes pero por ahí debo tener. _Interesante, eres una chica muy interesante y rara. _¿Rara? _Lo digo en el buen sentido de la palabra. Eres hermosa, inteligente, tienes buen gusto por la moda y ¿Soltera? Eso sí es un pecado. Solo disimulé sonreír porque comenzaba a faltarme el aire. _¿Dulce estás bien? _No, no respiro bien Ryan. Lo siento creo que...que... _¡Dulce!.-¡Lo que me faltaba! No creí que me desmayara en un ascensor malogrado y con un desconocido adentro. Esto es por culpa de Arthur por hacer apurarme. Lo odio, en verdad lo odio. _¿Srta Collins? Oh vaya, ya abrió los ojos. _Dios, ¿Pero que me pasó? _Tranquila, ya está bien, solo le dió un ataque de claustrofobia, pero menos mal que su novio la trajo en brazos. _¿Mi novio?.-Hago memoria y recuerdo que sí estaba con alguien, claro, Ryan. _Sí, se notaba muy preocupado por usted, incluso vino otro hombre que le reclamó y casi se van a las manos. _¡Que!¿Cómo que casi se van a las manos?¿De quién habla?.-Pregunto y de pronto la puerta se abre. ¡No! ¡Arthur! _¿Y como está doctora? _Ya está mejor, solo debe descansar y mañana estará como nueva. Dice la doctora con una amable sonrisa pero antes de irse su expresión cambia, lo señala, no entiendo. _¿Que haces aquí? _Soy tu hermano, es normal que venga a ver a mi hermana que se desmayó en el trabajo. _Yo no pedí que vinieras. _Claro, con tu noviecito es más que suficiente, yo salgo sobrando, ¿No? _A ver, bájame ese tonito de voz, ¿Y de que novio hablas?.-Se echa a reír y ahora sí estoy confundida. _ ¿Acaso crees que estoy idiota Dulce? _Sí, sí lo eres, ¿Pero eso que tiene que ver? Tiene la cara apunto de reventar, sus ojos me miran profundamente con ganas de matarme, ¿Y ahora que le hice? _¡Ya deja de fingir! ¡Bien que te dabas besos con ese imbécil y tú bien en las nubes! ¡¿Besos?! Ay no, ahora sí estoy perdida. Acaso....¿Me besé con alguien?
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