When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
Al llegar, una mujer guardia de seguridad la recibe con una actitud distante. ─Ya no es hora de entrada, no tengo permitido... ─Déjela pasar, seguro la lluvia es responsable de su tardanza. ─dice Valdez al estar en la entrada con una sombrilla. ─Claro. ─dice la guardia de mala gana, y abre la puerta dándole paso a ella y a unos cuantos más que van llegando también. Al entrar Luisa ve a quién le ha salvado su día. ─Muchas gracias. ─dice con una sonrisa amable manteniéndose lo más alejada posible, para que no note que esta empapada. ─Permita la acompaño. ─dijo el colocando su sombrilla sobre ella. Él, da un par de pasos para caminar junto a ella, pero ella no se lo permite. ─ estoy bien, gracias. ─dice, y sale corriendo a la otra entrada, donde hay varias personas reunidas esperando