La risa de Agnes hizo que Dom despertara, frotó sus ojos y vio la hora en el reloj, 11:30 de la mañana, se había quedado despierto hasta tarde porque Agnes no se iba a dormir, Morgan tenía junta temprano así que ella se fue a dormir. Se levantó y salió de su habitación, bajó las escaleras y fue al patio donde se escuchaba la risa de Agnes, y se encontró con su esposa y un hombre que estaba haciendo reír a su hija. A juzgar por la mirada de Morgan y su sonrisa, ese era el ex, Oliver. Greco estaba con ellos ya que había acompañado a Morgan de vuelta a casa y también porque no quería crear una pelea si veía a Morgan y Oliver solos. — Gustabo, buenos días – dijo Greco con una sonrisa atrayendo la repentina atención de Morgan y Oliver que estaban mirando a Agnes. — Hola barbas – le sonrió. —