Baja la ventana y siento como si mi corazón se detuviera. ‹‹Por favor, sigue adelante››, pensé. Era la camioneta que estaba en la estación de servicio. —¿Quieres que te lleve? —Escucho su voz a través de la ventana y me volteo hacia él. Estamos más cerca, y puedo mirarlo mejor. Tiene el cabello oscuro, casi n***o, corto por los lados y más largo de arriba. Su cara está sombreada por la barba incipiente y noto los ojos ámbar deslumbrantes. ‹‹Espera, ¿ámbar?›› pensé. La coloración era muy tenue, pero allí estaban, mirándome. Tan únicos... pero le sentaban bien, le daban ese aspecto oscuro y misterioso. —No, estoy bien. Gracias —le digo amablemente, y empiezo a andar de nuevo. No pienso subirme a un coche con un desconocido. Él no se marcha, solo acelera lentamente, manteniéndose a mi paso