(Willa) Mis padres terminaron extendiendo su estadía más allá del fin de semana. Los padres de Caspien los llevaron a recorrer la ciudad y los llevaron a la casa original de la manada donde vivían. No quería presionarlos para que hicieran algo en lo que no estuvieran completamente de acuerdo, pero los vi enamorarse cada día más de Crescent Moon. Estaba esperando a Cali en un café que encontré y que me recordaba a una jungla interior. Esperaba que me diera la motivación para intentar memorizar nuevos términos por milésima vez. Cali entró apresuradamente y se sentó frente a mí con una sonrisa inquebrantable. —¿Qué pasa? —pregunté—. En serio, me estás asustando. ¿Qué le pasa a tu cara? La observé. —Creo que se llama sonreír. —No te queda bien —bromeé—. Pero en serio, ¿qué sucede? Ella