(Caspien) Miré hacia abajo, a las mejillas sonrojadas de Willa, sus ojos verdes se encontraron con los míos. Ella me veía tal como era, debajo de todo eso, y me aceptaba así. Era más de lo que podía pedirle, más de lo que podía soñar. Asentí más para mí mismo y dejé su hermoso rostro a regañadientes. Retrocedí para poder quitarme la camisa. Sus ojos recorrieron mi cuerpo mientras mordía su labio rosado. Quería que mirara. Quería que viera lo que era suyo y solo le pertenecería a ella. Me agaché alrededor de su sedoso cabello y desabroché el broche de su sujetador. Lo deslicé por sus hombros y cayó al suelo, dejando libres sus pechos llenos. Quería provocarla, pero todos los pensamientos excepto tocarla desaparecieron cuando ella estaba medio desnuda frente a mí, mirándome expectante.