¿Faltar o no faltar? Elia se encontraba en un dilema. Rara vez Lucas se ausentaba en el restaurante y usualmente ella tenía que atenderlo por culpa de Gerónimo, por lo que tendría que enfrentarlo y buscar un buen pretexto del por qué no asistió a aquella reunión, por lo que todos sus instintos suplicaban que por aquella ocasión se quedara en casa a estudiar para el resto de los exámenes, pero del mismo modo ¿Cómo se atrevería a faltar si necesitaba tan urgentemente el dinero? Finalmente su lado racional la obligó a salir de la cama, asustada y nerviosa por tener que encontrarse con aquel hombre, ¿Por qué se tomaba tantas molestias con ella? ¿Por qué le importaba, de todos modos? Practicaría su carta favorita, la indiferencia, si se mostraba gélida ante él quizá entendería que no tendría