" Cuando las palabras sobran, los actos hablan".
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Alice
Desperté moviéndome con dificultad, mis ojos lucían enrojecidos de todo lo que liberé en el llanto de la noche.
Qué tontería pensar que sentía algo por mí, un hombre frío no tenía escrúpulos para lastimar a los que lo rodean, pero más estúpida fui yo al hacerme ilusiones, mi falta de experiencia me había jugado en contra, cayendo en la boca del lobo.
Las cosas cruzaron la línea, tal vez para él esto solo haya sido tomar a una mujer más en una noche, pero no para mí, limpie con rabia una lágrima que rodó por mi mejilla.
— No puedo quedarme aquí —dije poniéndome de pie.
Pero primero debía meterme en una ducha, si lo veía era mejor no mostrar ni un ápice de tristeza. Soy
