CAPÍTULO SIETE Mientras Riley lo miraba, Ryan repitió las mismas palabras: —Estoy arruinado. Toda mi vida está arruinada. Riley estaba estupefacta. No recordaba la última vez que había hablado en un tono tan abatido. Solía ser más arrogante y seguro de sí mismo. —¿A qué te refieres? —preguntó. Soltó un largo suspiro y dijo: —Paul y Barrett me sacarán del bufete. Riley no podía creer lo que escuchaba. Paul Vernasco y Barrett Gaynor habían sido los socios de Ryan desde que los tres fundaron el bufete juntos. Más que eso, habían sido los amigos más solidarios de Ryan. Ella preguntó: —¿Qué diablos pasó? Ryan se encogió de hombros y dijo en voz reticente: —Dicen que soy un riesgo para el bufete. Solo le tomó a Riley un minuto adivinar la razón por la cual lo estaban sacando del bufete.