Annette La pequeña habitación era iluminada por una luz neón, mientras que mis manos estaban esposadas. Sonreí por eso, el alemana sabía muy bien con quien estaba tratando, un descuido suyo y le sacó los ojos...literalmente. — Thhss — Un gruñido escapó de mi boca. No estaba cómoda, para nada— Maldita hospitalidad de mierda— Y no hablaba solo por la posición en la que me encontraba , sino también por que me tenia en ropa interior y la habitación no era precisamente cálida. El sonido de unos pasos me dejó calmada, e inmediatamente me puse atenta a cualquier movimiento idiota que el tipo hiciera. Un movimiento tonto, y él estará muerto. Por fin entró, su solo presencia me causó escalofríos. Sus demonios andaban al rededor de él, causando temor en las personas y aún que odiara admiti