DE VIAJE

1020 Words
Al día siguiente lo que me despertó fue escuchar la voz de alguien llamarme desde la puerta, cuando abro mis ojos me quedó un poco aturdida pero inmediatamente recobré la conciencia y me levanté rápidamente, quien llamaba a mi puerta era mi jefe Dante, debía de estar a las 6 de la mañana y eran las 6:02 minutos pero aún no estaba lista, corrí de un lado hacia el otro sin saber que hacer. -Señorita a caso de sabe que la estoy esperando, escuché esa voz desde afuera de mi habitación lo cual me puso aún más nerviosa, no tuve más remedio que abrir la puerta y decirle a mi jefe que me perdone. - Señorita es usted una irresponsable, fui muy claro con usted la quería muy temprano. - Disculpe es que terminamos tarde de trabajar y parece que no escuché la Alarma, disculpe. -Me parece señorita que usted se quedó hablando por celular y eso hizo que se despertara tarde. - Ah señor yo no... -No diga más, arréglese rápido por favor, debemos de aprovechar el día. tome mi ropa y me entré al baño mientras mi jefe esperaba por mi, yo solo pensaba en cómo me pudo haber pasado, digo era cierto que había estado hablando por celular pero solo un poquito, la verdad no entiendo cuando es que ese hombre descansa. Casi siempre me tomo 30 minutos en bañarme y arreglarme pero hoy me tomo solo tres, estaba demasiado nerviosa como para tardarme más. -Señor ya estoy lista, podemos irnos. -Señorita no le hace falta algo? en ese momento Dante se me acerca y coloca mis lentes en mi rostro -Ahora si podemos irnos señorita. Bajamos a desayunar, luego fuimos con varios clientes, la mañana fue larga y muy extensa, la pasamos de reunión en reunión sin un minuto de descanso, ya era hora de almorzar y aún atendíamos nuestra última reunión, solo deseaba que terminara. Después de una media hora terminó la reunión y unos de los clientes se me acercó. -Joven secretaria es usted una belleza de mujer aún con esos lentes puestos. -Gracias Señor, es usted muy amable. -Me aceptaría un almuerzo? Seguro no ha cenado -No gracias señor, es usted muy amable. -Tienes usted pareja a caso ? - Si señor tengo pareja. Fue lo único que se me ocurrió decirle para que me dejara en paz porque no quería almorzar con él. -Dante: Ya escuchó caballero mi secretaria tiene pareja, no la moleste más. -Está bien señor Dante, evitemos inconvenientes, pasen feliz día. Nos fuimos de la reunión y Dante me llevó a comer a un restaurante bastante fino. -Señor yo no tengo para pagar este restaurante, la comida es cara, por que mejor no vamos a otro lado? - Quien le dijo a usted que pagaría? -Disculpe señor. - Asi que usted tiene pareja y como yo no sabía eso? - Bueno señor es que es algo privado. -Es algo privado señorita, usted tiene toda la razón pero me llama la atención que en el tiempo que tiene usted trabajando para mi, nunca he visto a alguien ir a recogerla. -Es porque mantengo mi vida privada fuera de lo laboral señor. -No sea mentirosa Mariana, se que no tiene pareja y eso era obvio cuando se lo dijo a nuestro cliente. Solo pensaba en que me descubrió, no sabía que decirle o que hacer. - Señor no soy mentirosa, la verdad es que estoy conociendo a alguien pero aún no somos parejas. -Entiendo señorita, espero que la sepa valorar ese hombre. Después de esa conversación le dije que gracias y como en silencio muy educadamente, yo tenía lentes pero no era tonta y sabía cómo manejarme por eso había sido la elegida para ser la secretaria de mi jefe. Regresamos a nuestro país una semana después, estaba realmente cansada, mi jefe notó eso y me dijo que descansara durante tres días, al principio me negué pero él me dijo que me lo merecía porque habíamos logrado cerrar todos los contratos que nos propusimos, me quedé en casa y como les dije estaba conociendo a un chico llamado Pedro Reina, él me invitó a cenar y accedí. -Pedro es muy bonito este restaurante. - Podemos venir aquí todas las veces que lo desees. - Gracias Pedro, eres muy amable. Durante toda la noche estuvimos conversando, de repente volteó la mirada hacia un lado y vi a mi jefe sentado en una mesa con una elegante mujer, nuestra miradas se chocaron, me puse nerviosa porque no pensé encontrarme a mi jefe ahí, Pedro tomó mi mano y me pidió que fuéramos a la pista de baile. -Pedro: Bailas muy bien Mariana. -Gracias Pedro, tu igual, aunque solo estamos bailando esta música suave. De repente vi a mi jefe junto a su bella amiga bailar, él le secreteaba cosas al oído y ella sonreía, sin esperarlo Pedro me besó mis labios, fue un beso tierno y suave, yo le correspondí, durante la noche bailamos, y tomamos. Ya al día día guíe te entré a trabajar, mi jefe rápidamente  me dijo que teníamos mucho por hacer, y que iríamos a la casa de una clienta para firmar j nos oí le contrato. Salimos de la  oficina y llegamos a la mansión de la señora Perla, la casa era hermosa y llena de detalles, pude notar que ella no se alegró al ver que Dante llegó acompañado pero de igual forma tuvo que recibirme y en lo que ellos hablaban yo revisaba las condiciones que ponía la señora Perla en el contrato, las vi verídicas y le dije al señor Dante que podía firmarlo y así lo hizo, salimos de esa mansión y regresamos a la oficina. -Señorita quiero que me acompañe hoy al bar para celebrar nuestros triunfos seguidos gracias a usted. -Señor no es necesario que yo vaya. -así lo es Mariana, o a caso quedó de verse con su novio? - No señor, a que hora es? - A las 8 pasaré por usted, así que ya puede irse para que pueda arreglarse. -Gracias señor, con su permiso. -Que vaya bien Mariana.
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