Marina da vueltas en el piso de lado a lado nerviosa, Raúl dijo que volvería por la mañana y todavía no dio señales de vida, sabía que ella poco le importaba pero si su hija, instantes después llamaban a la puerta, abrió impaciente y se encontró de frente con Elías, verlo a él ahí no era una buena señal, palideció.
—¿Está?
No podía acabar la frase, pensar que la última vez que estuvieron juntos le dijo cosas horribles, empezó a llorar mientras el hombre la miraba.
—Está entre la vida y la muerte, Marina, no sé qué ha pasado, pero ya sabían quién era cuando llegó, era una trampa.— le contó culpándose a si mismo, desde el principio tuvo un mal pálpito y no dijo nada, demasiado fácil, pensaba.
—¿Nos llevas al hospital ?— le preguntó rogando, el asintió.
Marina fue a la habitación a busca
