Sara volvió a la repostería al día siguiente, sintió que si no regresaba lo antes posible, creerían que ya no volvería más, y eso fue justamente lo que dijo Rocío cuando la vio entrar. —Ay, hola Sara… qué gusto verte otra vez. Después de lo que pasó ayer pensamos que ya no te íbamos a ver por acá. Justo en ese momento Karina salió del cuarto del fondo con una gran bandeja llena de pastelitos. —Hola Sara, qué lindo verte otra vez, pensé que… —Chicas, en serio —dijo Sara, para restarle importancia al asunto—. Si creen que yo me voy a escandalizar porque vi a dos personas teniendo sexo, es que no me conocen. —Bueno, es que como somos dos mujeres, hay personas que encuentran eso un tanto chocante —comentó Rocío. —Yo no soy lesbiana, pero no me resulta para nada chocante que dos mujeres t