Siempre he sentido predilección por las maduras. Me fascina el hecho de ver una mujer con sus leves arrugas en el cuello, con sus estrías recorriéndole las piernas, con los pechos ligeramente caídos por la edad. Me encanta ver como sus manos, con las venas algo más marcadas, me masturban con brío y me masajean los testículos esperando mi corrida con la boca abierta, deseando saborear el néctar caliente que brota desde el fondo de mi ser. Además, no se trata sólo de hacer disfrutar con un momento de explosión s****l. Es hacerlas disfrutar antes de llenarles la boca. Se trata de hacerlas mías, de follarme su mente para que se abran a mí, que no nieguen nunca lo que yo les pida. Soy muy dominante, me encanta llevar el control y pedirles cosas que saben que normalmente no harían. Sé dónde e