—Bueno va, porque me pones mucho, y tendremos otros días, te follo el culo y me corro en tu coñito ,¿vale?
Y se bajó contenta, se puso de rodillas y me dijo:
—Perfecto. —Y me la empezó a chupar ansiosa.
La deje hacer acabándome el cigarro, y ella sonreía triunfante, al ver mi polla crecer otra vez.
—¡Mmmmh! muy bien Jazmín ¡Mmmmh! sigue, sigue un rato, que será mejor para ti. —le dije compasivo.
Su hermana recapacitaba y se había tumbado en el sofá con las piernas en alto, y su coñito aun le recordaba los pollazos. No entendío lo de llamarla estrella de mar, pero volvería si su hermana repetía, ella también, pensó la ilusa, jugando con su sobrino.
Jazmín chupaba y tragaba polla agarrada por mi mano, y cada vez se ponía más cachonda. Quería pedirme que me la follara ya, pero no le dej
