—Ay… ¿en serio? Si pensás que eso me va a molestar, estás muy equivocada. A mí me va a encantar verte acabar. —No, no… ese no es el problema. Lo que pasa es que voy a mojar todas las sábanas… y no quiero. Son sábanas finas. Uf… porfis… pará… ahhh… en serio. No quiero acabar. —Uy… mmm me da mucha pena que no quieras; pero no voy a seguir si vos no querés. Al fin y al cabo, yo me doy por satisfecha. Tuve una noche de sexo súper intensa. Aunque… algún día me gustaría ver cómo acabás. —Algún día te lo muestro, si querés. Aunque… me da un poco de vergüenza, me va a costar animarme. —Sara se acostó boca arriba y Paulina se puso medio sobre y la otra mitad sobre el colchón, quedaron abrazadas, como si fueran viejas amantes. Se dieron un dulce beso, Sara pudo saborear sus propios jugos vaginale