—Aún estoy en desacuerdo, aún siento que podemos encontrar otra manera Esa frase había sido la misma desde hace dos horas, justamente cuando había decidido que iría al castillo del rey de los licántropos, al castillo de mi padre ―No somos quienes para estar por encima en las decisiones de su majestad Observe a la anciana que estaba sentada aún costado de la mesa, aquella que parecía estar en plena tranquilidad Todo, mientras yo solo me preguntaba, qué era en lo que pensaba aquella mujer, que era aquello que la tenía tan tranquila ―¿Puedo hacerte una pregunta? Hable en un tono un tanto suave, todo mientras los gemelos me observaban fijamente y pareciera tener una discusión entre ellos mismos en silencio. Yo estaba un tanto ansiosa, pero algo me decía que ella me daría la respuesta