La nieve no paraba de caer, todo mientras yo observaba fijamente como todo parecía decirme en el silencio del lugar
Que, a pesar de estar en este lugar tan lleno de paz, no estaba aquí para descansar, que no estaba aquí para tener unas vacaciones que creía tan merecidas
―Estás distraída su majestad y yo la voy a golpear, de nuevo…
Escuché los gruñidos de los gemelos, al caer en la nieve de nuevo, como por quinta vez, me levanté un poco dolorida, mientras un gruñido de Kairós resonó al ayudarme a levantarme
Y Lyall parecía tener que soportar todo para no atacar a la anciana, quien me había lanzado al otro lado del campo de entrenamiento
―No te atrevas niño, esto no es nada comparado a lo que ella puede llegar a pasar…
Hice una mueca, la sola mención de aquello, lograba ponerme lo
