¿Y ahora qué pasa, eh?(3)

1472 Words
Comieron en silencio. Cada uno intentando entrever en el otro algún tipo de emoción o expresión que les diera a entender qué pensaban. Pero, los nervios jugaban en contra y no había manera de llegar a un acuerdo mental. «¿Tendría que repetir todo lo que a duras penas pudo decirle por llamada? » Se preguntó pensativo mientras picada con una papa frita la salsa de tomate que tenía en frente. Miró de soslayo en dirección a Break, notando como ella también estaba eludiendo su mirada, ocultándose detrás de su sandwich de milanesa. Se la veía incómoda, como si estuviera esperando a que algo pasara. Hans suspiró indeciso, llamando su atención. Sí tan solo las cosas fueran igual de fácil como lo fueron hacia una hora atrás mientras estaban tan unidos que no podían saber de quién era qué parte del cuerpo. Pero, vale, en ese momento no estaban unidos, de modo que podían deducir con facilidad quien era el hombre allí. Así pues, estaba seguro que, como hombre, tenía que ser él quien diera el primer paso en todo ese asunto. A fin de cuentas, había sido él quien había iniciado todo ese asunto al haber comenzado a hablar con ella. —Break...— la llamó sin saber cómo comenzar. Por respuesta, recibió un movimiento de cabeza que le demostró cuán al pendiente estaba ella de sus movimientos. Pues, un detalle un tanto menor que no le pasaba desaparecido era que, Break no llevaba puesto el procesador de sonido y tampoco parecía tener muchas ganas de ponérselo. Sonrió internamente, le hacía gracia esa situación. «Quiere y no quiere escuchar... Sabe lo que es mejor, pero no es eso lo que quiere...¡Diablos señorita, usted es igual a uno que yo me sé pero no le diré quién soy!¡Ja, ja, ja! En otra época, quizás habríamos funcionado muy bien... Lastima que no estamos en otra época...» Observó un tanto amargo por la realidad. Eran muy parecidos entre sí. Congeniaban muy bien en muchas cosas, incluso, podía atreverse a sentir que ella era la primer persona que conocía desde que había salido del manicomio que no parecía asustada o asqueada por alguna de sus reacciones. Pero, Hans, era plenamente consciente que por más que congeniaran de esa manera, no significaba nada. Un pequeño recuerdo cruzó por su mente. Un pequeño recuerdo de esa época en la que había hecho su primer trabajo en el extranjero. La torre Eiffel se le presentó voluptuosa e imponente tal cual era, seguida por una mano que tomaba la suya y lo acompañaba en su paseo por las calles de París. «Es verdad... Con él también había ocurrido algo similar... Puede que, en este caso, las cosas sí funcionen... Pero, asumo que debería ir con calma... Para estar seguros, nada más...» Pensó, intentando ser un poco más optimista consigo mismo. Lo cierto era que no le convencía hacer lo de siempre. Cortar la relación, no parecía estar en sus planes. Intentó sonreír, para darse algún tipo de valor absurdo. —¿Hay algo que quisieras hablar?— le preguntó, sintiéndose absurdo, pero ella solo miró intrigada, cosa que lo obligaba a hablar—... Eh... Bueno, sí... Ya sé que hay mucho por decir y que tendría que empezar yo. Pero... Eh... Ni siquiera sé qué decirte... «A veces me pregunto dónde queda ese tipo que tiene gran capacidad de oratoria en los estrados... Realmente, doy asco.» Era frustrante ser conciente de sus propias limitaciones. Se sentía igual de patético que una estúpida cucaracha. Más patético era, ser consiente de no tenía más para que decir, pero, no sabía exactamente como actuar. ¿Quizás, debería comentarle que si cortó la llamada fue solo porque estaba tan nervioso que temía tener un ataque de pánico en ese momento? O tal vez, debería confesarle sobre su trastorno de personalidad y hacerle ver que no quería molestarla con sus actitudes demandante. Vio como ella le daba otro bocado a su sándwich y masticaba lentamente, sin quitarle la mirada de encima. Como si sopesara cada maldita palabra ¿Qué estuviera por decir? O ¿Quizás, las palabras que sopesaba eran las de él? «¡Oh!¡No!¡No, no, no!¡No, joder!¡No hagas eso, por favor!¡No, por los tres mil infiernos, no lo hagas!¡Por favor!» Pensó, sintiendo como en su interior se activaban las alarmas de autodefensa. Se sentía espantosamente expuesto ante ella. Temía que lo estuviera analizando y que, fruto de eso, ella sacara conclusiones equivocadas. — Déjalo así, olvídalo... Fue una tontería lo que dije...— se adelantó intentando sonreír, como si quitara importancia a sus propios pensamientos —... Creo que... —Bueno... En realidad, no creo que haya nada por hablar, Hans...— lo interrumpió Break, sin saber que él estaba hablando —... O sea, ya lo dijiste en la llamada y... Perdón por gritarte todo eso. La verdad que no tiene sentido lo que dije... Perdón, esto de las pruebas eliminatorias me tienen muy sensible a todo. Me las agarré con vos porque estabas en el medio... Nada más... Perdón. Gracias a esas palabras, Hans pudo calmarse un poco. No mucho, a decir verdad, pero, al menos lo suficiente como para dejar de sentir que estaba actuando como un imbécil. Cierto era que ella ya había mencionado ese asunto de sus estudios y, al pensar así, podía decir que todo todo comenzaba a tener sentido en su mente. Aunque, como siempre le ocurria, la calma daba paso a otra emoción igual de obsesiva: en este caso, la vergüenza. «¡Qué me den!¡Si no soy un egocéntrico, bien que me esfuerzo en aparentar lo contrario!¡Sí seré idiota!» No, en la vida, no todo era su culpa. No tenía porqué tomarse las cosas tan a pecho y creer que todo giraba en torno a él. Eso ya lo sabía o, mejor dicho, a esas alturas de su vida, ya tendría que haberse estudiado esa lección de memoria. Pero, su trastorno era una j0dida perra que no dejaba de acosarlo y hacerle creer lo contrario. —Ah... Sí... Sí, recuerdo que me lo habías mencionado... Je, je, je...— farfulló, intentando ocultar ese incómodo sentimiento de pena ajena que tenía calando hondo en su estómago. Miró su plato, todavía le quedaba la ración de papas fritas y un buen bocado de esa milanesa de pollo que, de no estar nervioso, habría disfrutado un poco más. Suspiró cansado de sí mismo. Había veces que su mente se ensañaba en torturarlo por nimiedades. Era frustrante y agotador ser así de paranoico y obsesivo. Por eso mismo él había tomado esa decisión de no hacer contacto con nuevos vínculos. Por eso mismo él solía huir en la menor oportunidad que tuviera, escapando de todos y de todo. Pero, en ese momento no creía que fuera para nada útil ser así. Ella y él congeniaban muy bien y, para colmo de todos los males, al parecer, ella no le daría oportunidades a escaparse. Aunque, si lo pensaba mejor ¿Quería escaparse de ella? Tal lo visto, la respuesta parecía muy simple: «Ni de coña...» Reconoció a regañadientes tomando el sándwich que le quedaba en el plato para luego llevárselo a la boca y masticar con fingida calma. Ya que no tenía en mente irse de su lado, intuía que, quizás, tendría que hacer un mínimo esfuerzo para que la historia que recién comenzaban funcione un poco más. —¿Qué es lo que te trae tan mal con el estudio?— preguntó, recordando que ella estaba haciendo el profesorado de artes plásticas y que, en algunas cosas, él podría ayudar — ¿Necesitas ayuda con eso, Break? Ella lo miró intrigada. Le sorprendía aquella actitud cambiante que podía llegar a tener de un momento a otro. Suspiró, quizás fuera por el hecho de no querer recordar esos papeles que tenía que estudiar y que no conseguía recordar. O , tal vez, su suspiro solo era por estar resignandose a las actitudes descolocantes de él. A decir verdad, ni siquiera lo sabía. Quizás fueran ambas. Pero ¿Qué más daba? Lo cierto era que, sin mediar palabra alguna, apartó su plato y se levantó de la silla, para ir a buscar esas hojas de resúmenes, junto con su procesador de sonido. Pues comenzaba a fastidiarla la dificultad para entenderlo al leer sus labios. Le extendió las hojas de papel y no pudo menos que sorprenderse al ver como Hans le cambiaba la cara. No estaba segura, pero, parecía como si algo se hubiera roto en él y ahora sí había entrado en alguna especie de crisis. —¿En... En dónde me habías dicho que estudias?— le preguntó él con apenas un hilo de voz.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD