Recuerdos

1311 Words
–¿Es todo? –Preguntó Jetro algo impaciente. –Es todo. –dijo James con una falsa valentía que lo obligaba a mantener su mentón en alto y su pecho inflado, aunque Jetro no reparó mucho en él, así que tomó como que realmente su hermano era valiente o simplemente era tajante con respecto a sus absurdas reglas o lo que sea. Jetro únicamente asintió y retrocedió dos pasos lentamente para voltear y continuó su camino, iba a la oficina de su madre donde seguramente estaba como de costumbre, ya que Evelyn continuaba con su escritura de un nuevo libro, aún no está en el título, pero sabía que su madre cuando no estaba a la vista siempre estaba en su oficina, era un momento para ella y él lo sabía. Tan pronto como llegó a la puerta se detuvo por un par de segundos, pensaba lo equivocado que estaba con respecto a Isabella, pensó en ella por un segundo, recordar que estuvo en su casa y aunque no fuese en el pasillo de su casa estuvo cerca estuvo allí, y no pudo evitar pensar en ella. Sacudió su cabeza para dejar esos pensamientos de lado y asintió tocando la puerta con mucha delicadeza, ya que sabía que dentro de esa oficina había un silencio inmaculado para la mejor inspiración de su madre, algo que habían aprendido desde muy pequeños por consejo de su padre. –Pase. –dijo Evelyn sin siquiera saber quién tocaba su puerta, pero por lo general las interrupciones no la molestaban, ya que eran pocas o casi nulas, a veces era como si estuviera sola así que de vez en cuando, cuando alguien tocaba la puerta era una manera muy refrescante de saber que no era así. –¿Puedo hablar contigo? –preguntó sacando su mano izquierda por un costado de la puerta, Isabella supo enseguida que se trataba de Jetro, ya que algo muy particular en los gemelos era que jetro era zurdo y todo lo hacía con la mano izquierda, incluyendo ponerse el anillo de la familia. A diferencia de James quién era diestro y lo que era más irónico en la familia, era que Alaia tenía la habilidad de hacer todo por igual con ambas manos. –Claro que sí, pasa. –dijo enseguida levantándose Evelyn de su sillón, cerrando su laptop y acomodando el cojín en sus piernas, por el tono de voz de su hijo, y por todo lo que había antes de irse, sabia que la conversación iba para largo. –mamá, yo... –negó con la cabeza, no tenía que hablar mucho Evelyn lo conocía, literalmente le dio la vida y conocía su hijo a la perfección, sabía que aunque no tuviera palabras, o el hecho de que no pudieran salir de su boca no significaba que su rostro no hablara por sí solo y aún así él tenía subtítulos en cada uno de sus gestos incluso la manera en la que él respiraba, la reconocía, su hijo se sentía mal, culpable y a la vez estaba molesto, pero ella quería saber, ¿por qué?, ya que la sola idea de que siguiera molesto con ella le dolía porque ella nunca hizo nada para merecerlo. –Está bien, yo entiendo que las cosas pasan y nosotros nos equivocamos, es normal..., si tienes algo que decir, solo hazlo. No importa como lo digas o si lo dices bonito, solo asegúrate de no herir al hablar, y si lo que vas a decir va a herir una persona tal vez solo debes sentarte al lado mío y quédate allí, a veces el silencio es el mayor acto de amor. –dijo e inmediatamente remontó a su hijo a la edad de 18 años. Inicio de flashback –¡¿Por qué papá es así?! ¿Acaso no se da cuenta que soy mayor de edad y puedo hacer con mi vida lo que me da la gana? –gruño jetro furioso lanzando su bolso al suelo. –Jetro. No hagas eso –negó con la cabeza y una voz dulce, pero firme, mirando el bolso en el suelo. –lo siento madre, pero tengo 18 años oficialmente hace tres meses, soy mayor de edad y puedo tomar las decisiones que yo quiera, si no quiero estudiar la universidad puedo no hacerlo, tengo el dinero suficiente para vivir mi vida cómodamente sin necesidad de una carrera, puedo hacerlo, odio la medicina, odio la vida que llevo, odio estar tan protegido que ni siquiera pueden darme un caso interesante porque al saber que soy la familia de Jerome saben que tendría desventaja, y no podría ganar un premio porque van asumir que lo compré, entonces dime madre, ¿por qué no puedo decidir por mí?, toda la vida mi padre ha decidido por mí, la escuela, al internado, el servicio militar, ¡todo! ¿porque ahora no puede ser diferente?, he esperado este día por años y él lo pospuso tres meses más y ahora me dice que no, que no puedo abandonar mi carrera y que no puedo irme, y únicamente dedicarme a la fundación de la abuela porque no es mi decisión. ¿De qué estás hablando? –se dejó caer furioso sobre un sillón. –bien... –se limitó a decir caminando hacia un sillón cerca al que estaba el sentado su hijo y se sentó solamente dejando escapar un suspiro, sabía que su hijo aún tenía mucho más que decir, ya esta era la primera vez que él tenia éste tipo de colapso en su vida de adulto. –No es como que no volvería a estudiar, no es como que dejaría la carrera y me dedicaría hacer un vagabundo, quiero ayudar en la fundación, hago más en la fundación de la abuela que es un estúpido hospital, donde no paran de morir personas, y estoy cansado madre... –hizo una pausa, tomó aire y continuó, era claro para su madre que intentaba no llorar. –no quiero hacer esto, no tienes idea lo horrible que es, todos los días me levanto, hago lo mejor que puedo, soy gentil, soy buena persona, tengo un buen corazón, tengo buenos valores y sin importar lo que haga o en lo que crea las personas mueren, mueren a mi alrededor, mueren cada día y no importa la medicina, mueren y odio que eso pase... –dijo y sus ojos empezaron a llenar de lágrimas, pero furioso se cubrió la cara con el brazo acostándose en el sillón. –ya no quiero hacer esto, no voy a estudiar más, se acabó, no quiero hacer esto. –dijo negando con la cabeza mientras apretaba sus labios con fuerza. Alejandro estaba por entrar y vio a su hijo en el sillón, al ver a su esposa se pudo ver que él también estaba triste, Evelyn tenía información muy limitada respecto a lo que había pasado por lo que no sabía si opinar a favor o en contra de lo que decía en cuanto entró, pero cuando su hijo empezó a hablar sabía de lo que se trataba, sabía de qué hablaba él. Ella sabía que la intervención de su padre en ese momento no sería para nada buena, ya que desde que Jetro entró en la adolescencia, compañeros empezaron a burlarse de él por lo alto que era y empezó a tener más conflictos con compañeros porque las chicas lo querían a él, aunque en gran parte la mayoría era por interés, porque sabían quién era y él culpaba a su padre por ello, así que en cuanto Evelyn vió a su esposo negó con la cabeza y él asintió retrocediendo, sabía que si hablaría con su hijo, y quería en verdad hacerlo, no sería este momento, porque sabia que al tener los dos el mismo temperamento se dirian cosas que lamentarse después.
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