Rafael Andrómeda había puesto el nombre de Mortal Kombat a las arenas, según así nada sospecharía nada y todos dirían que era solo un videojuego. Y eso era cierto. Las jaulas de pelea, aquí me gustaba pasar la mayor parte del tiempo, de hecho si solo me hubiera quedado como luchador, ganaría lo mismo que como empresario. Damon y Viktoria han querido conocer de primera vista lo que es mi mundo y lo único que les he dicho es “no actuen como policías, están aquí para divertirse no para joder.” Pablito me ha reconectado con muchos de mis viejos contactos, pero es aquí donde todos sabrán quien soy y qué he vuelto al rodeo. Pablito ya está con Andrómeda, quien aún se hace cargo de las fiestas clandestinas y que es dueña de las jaulas, una dominatrix con la que pase mucho tiempo. — Maldició